VII LORCA ROCK FESTIVAL – Sábado 14 de agosto de 2004, Antiguo Cuartel de Lorca (Murcia)

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Volvía otra edición más del festival de la murciana localidad de Lorca y volvíamos a visitar de nuevo el patio de su antiguo cuartel de la Guardia Civil, imagino que por las innecesarias dimensiones del polideportivo en el que se celebró el pasado año, amén de que en aquella ocasión cualquier curioso se pudo enterar desde la barrera de todo lo que acontecía en el interior. Dicen que de los errores es de los que mejor se aprende…

Si bien servidor se temía lo peor por el hecho de encabezar el festival quienes lo encabezaban (verás tú los moscardones…), finalmente no fue así y gozamos en todo momento de un ambiente cordial y rockero (…en definitiva los que nos gastamos el dinero), además de no padecer interminables colas ni aglomeraciones, tanto a la entrada del recinto como a la hora de adquirir tickets o de acceder a las barras directamente. Si a ello le añadimos unos precios razonables habrá que aprobar en esta ocasión la actuación de la organización (pst, pero sin bajar la guardia!)

Tras una pequeña ojeada al mini mercadillo y a la zona de merchandising, en la que podías canjear las cutre-entradas de impresión mecánica por unas con los logotipos de los grupos bien visibles, todo un detalle, y ya provistos del necesario por estas fechas zumo de cebada bien frío, nos disponíamos a presenciar a los primeros de la tarde.

DREAM EVIL

Me van a perdonar, pero no acabo de pillar del todo lo de este grupo. Por un lado aparentan ser una mega-formación de puro y duro heavy metal, caracterizados incluso, pero por otro se ríen descaradamente de él. O sea, ni una caricatura amable a lo Spinal Tap ni un ataque a la yugular a la Gigatrón. Ni contigo ni sin ti. Aunque pensándolo bien tampoco es tan descabellada la idea: entre sus filas militan ni más ni menos que afamados productores de renombre (Fredrik Nordström, Hammerfall, In Flames, Dimmu Borgir, Spiritual Beggars…) y bateristas de alta alcurnia (Snowy Shaw, King Diamond, Mercyful Fate, Memento Mori, Notre Dame, Kee Marcellos’s K2… casi ná), así que ni son unos recién llegados ni acaban de aprender el oficio; los amigachos, bien respaldados por unos menos conocidos Niklas Istfeldt al micro, Peter Stalfors al bajo y un ausentado Gus G a la segunda guitarra, han visto un filón en un estandarizado heavy metal de nuevo en boga, al margen de otros proyectos, y digamos que se han permitido el capricho, y muy mal no les ha salido.

Tenían hora y cuarto para mostrar sus cartas, además de un maquillaje que todavía dudo si era protección solar y un Snowy Shaw para encerrarlo, directamente, y entre eso y lo otro sonaron cosas como “M.O.M.”“The Book Of Heavy Metal”“In Flames You Burn”“The Chosen Ones” o “Heavy Metal In The Night”. O al menos eso quiero recordar, porque según iba avanzando su actuación yo me acercaba de nuevo y con sigilo hacia los puestos de cd’s y camisetas, sin apartar el oído pero sabiendo que estaba visto lo visto. Actuación correcta a secas (me quedo con Niklas, si se me permite), como su música, que dada su condición de mero copy-paste irónico no puede pasar de eso. Los afortunados que se hayan enganchado a esto con la banda de marras ya pueden empezar a investigar en sus raíces. Algo de agradecer tenían que tener.

CREMATORY

Hace aproximadamente una década que los germanos Crematory se daban a conocer por estos lares (mayoritariamente, se entiende), primero asomando la nariz con su debut “Transmigration” (1993), y más tarde y mejor con su segundo “…Just Dreaming” (1994). Pero no fue hasta la edición de su acertado “Illusions” (1995) que asentaron posiciones en la piel de toro, con ese doom/death gótico y heavylón tan característico suyo y que no han abandonado hasta la fecha. En 2001, debido a causas de diversa índole el grupo decide dejar los escenarios indefinidamente, pero como la vida da muchas vueltas -y algunas ya nos las sabemos- en enero del pasado año retomaban la actividad, y para finales del mismo se metían a grabar de nuevo en estudio lo que es a día de hoy “Revolution”, su último trabajo, el cual venían a presentar al festival en lo que significaba su primera visita por estas tierras.

Y digo que venían a presentar su último trabajo no de forma gratuita, ya que fue del que más piezas sonaron con diferencia. Bajo un Lorenzo como una antigua moneda de diez duros y a golpe de manguera para soliviantar el calorazo, Felix y los suyos salieron animosos a presentar temas de nueva hornada como el single “Greed”“Angel Of Fate”“Revolution”, el curioso “Tick Tack”“Open Your Eyes” o “Red Sky”, en los que se aprecia una ligera evolución con respecto al material anterior, con aderezo de samplers y estructuras más entrecortadas pero sin perder la esencia del grupo, es decir, guitarras gruesas, mucho apoyo en los teclados y voces contrastadas entre la guturalidad de Felix y las voces limpias de Mathias (guitarra).

Junto a las más nuevas no faltaron otras de reciente factura como “Fly” (¿y esos coros femeninos?) o “I Never Die”, ambas de “Act Seven”, así como las imprescindibles “Tears Of Time”“1st Es Wahr” o“Shadows Of Mine”, que hicieron las veces de clásicos. Como curiosidades un reciclado “Temple Of Love” de las ‘hermanas de la caridad’ que tampoco levantó pasiones y un fragmento del “Rainning Blood”de Slayer que nos dejó a medias. Buena actuación de hora y poco un tanto deslucida por el sol (esta banda es nocturna!), la difícil franja horaria (la hora de comer) y el escaso público. A ver si los vemos en otras condiciones.

AFTER FOREVER

El astro rey continuaba intentando derretirme lo que me queda de cerebro, menos mal que la gorra (de publicidad) que llevaba servía de algo (aunque no mucho, además de ser poco “jevi”, pero a estas alturas la “indumentaria oficial de true” me la paso por el arco del triunfo, ¡qué pasa!, jejeje) y si a eso sumamos que durante la actuación de los holandeses nos seguían desde el foso “regando” (no el buche, eso pagando), y el personal nos hacinábamos en la sombra que daba el escenario, pudiendo así aguantar estoicamente.

Se hizo de rogar un poco el sexteto holandés pero a eso de las 16.40 h. ya estaban arriba y presentando en vivo su último álbum, “Invisible circles” (tres temas seguidos). El sonido no era todo lo bueno que se quisiera, los teclados no se oían y la voz gutural de Gommans poquito nos acongojaba, eso sí, la diva Jansen (con traje de latex) volvía a cautivarnos y enamorarnos con su voz, su headbanging y movimiento corporal, como la primera vez que la vimos en el penúltimo Piorno Rock, toda una excelente cantante y mujer de armas tomar.

Después de las tres nuevas canciones turno de alguna copla que ya me fue familiar “My Pledge Of Allegiance #1”. La gente se iba animando, a pesar de no ser un grupo que conocerían la mayoría de los que acudieron al festival (más interesados en el Hard Rock melódico de los grupos principales) y dudo también que alguien pagara expresamente la entrada para verlos a ellos (y a los otros dos que precedieron). Fue un acierto total el incluir la versión que hacen de “The Evil That Men Do”, como así lo hicieron en su reciente gira por territorio hispano, además de como en esas fechas, invitar a cantar a Alfredo Romero (Dark Moor). Con la versión de Maiden algunos del público despertaron de la morriña siestera, Romero no paraba de animar y el teclista (al principio dudé si era hombre o mujer, porque con esa carilla de angelillo y ese cuerpo tan frágil…) con su instrumento portátil (que poquito se oyó, y es que a la hora de dar cera el grupo no había nada que hacer con las teclas) también hizo de las suyas para que la gente se metiera de lleno en la actuación.

Floor no paraba de agradecer (en castellano) la respuesta con su bella sonrisa, presentando otra del “Decipher”, “Monolith Of Doubt”, pudiendo en esta percibir el instrumento de Joost van der Broek. “Glorifyng Means” fue la representante de su mini álbum “Exordium”.

Regresaban a presentarnos temas recientes, ahora era el momento de escuchar el single, “Digital Deceit” que unieron a “Through Square Eyes”, con ese contraste de voces death con operísticas.

Iban acabando y a la extensa “Two Sides”, contó de nuevo con el jovencísimo teclista con su teclado colgando y haciendo un amago del “The Final Countdown”, le siguió para finalizar “Follow In The Cry”, con esos teclados con melodías árabes (como hacen en otros temas) e intercalando un trocito de una canción infantil que no supe reconocer del todo.

Tras algo más de hora y pocos minutos abandonaban el escenario dejando una gran sensación entre el público por su buena actuación, a pesar de los problemas sonoros.

AXEL RUDI PELL

El germano adorador de Blackmore tenía todas las de ganar con la banda que le acompaña: el vocalista Johnny Gioeli (Hardline), el bajista Volker Krawczak (fiel escudero del rubio hacha), el teclista Ferdy Doernberg (Rough Silk) y el baterista Mike Terrana (no hace falta presentarlo, ¿no?). El comienzo a las 18.24 h. fue muy bueno, con “Tear Down The Walls” y “Nasty Reputation”, sin parar y la banda saliendo como un huracán (difícil era pillarlos quietos para una instantánea desde el foso). Después del “¡¿qué pasa?!” de Gioeli tocaban una de su reciente obra (“Kings and Queens”) “Strong As A Rock”, con participación del público y algunos molestos acoples hacia el final (¿pasaría como en su anterior visita en el festival Rock Machina?… ¡menos mal que no!)

Gioeli es un magnífico cantante y así lo pudimos comprobar durante su actuación y especialmente en el principio relajado de “The Masquerade Ball”, tema en el que intercalaron “Cashba” y una extensa parte instrumental. Con Gioeli de vuelta a las tablas hubo cánticos entre cantante y la peña. Tanto alargar el tema en vez de animarme a mi me estaba empezando a cansar y hacerme que prestara poca atención a lo que pasaba en las tablas. Y ya con el largo solo de batería de Terrana no os cuento (si ya sabemos que es un grandioso baterista, para qué tanta demostración). Hasta salió fuera de su kit a saludar a la concurrencia, ¿era necesario?

Después de fastidiar la actuación tocaron “Follow The Sign” y “Temple Of The King” (ya puestos que hubieran invitado a José de Mägo de Oz y que se hubieran marcado una extensa versión de Rainbow y tan “contentos”)

Con “Carousel” fue el turno para la demostración del teclista acompañado por Terrana, saliendo en primera línea Doernberg con su teclado, luego Gioeli presentaba a los músicos y seguían interpretando la pieza.

Acabaron con “Fool Fool” y una versión alargada de “Call Her Princess” con el teclista y el líder cara a cara en el centro del escenario. Perdonadme si se me pasó alguna canción, pero tanta demostración innecesaria me hizo que cada vez les hiciera menos caso.

Se despedían sobre las 19.36 h. Me desilusionaron mucho y es que en un festival no veo lógico alargar tanto los temas y hacer solos y solos, si fueras de cabeza de cartel… pues quizás, pero mataron su actuación que pudo ser muy buena y para mí se quedó en decepcionante. En vez de tanto solo y tanta extensión podría haberse marcado Axel “Blackmore” Pell un recordatorio a su anterior formación Steeler, jejeje, yo no le hubiese puesto peros.

MAGNUM

¿Quién me iba a decir a mitad de los ´80 que iba a quedarme como en una nube al ver a los británicos?, y es que cuando me pasaron, recién salido, su disco “Vigilante” no me calaron nada de nada y no volví a concederle otra escucha a estos veteranos hasta hace pocos años, en los que si me convencieron, aunque sigo sin tener apenas discos de ellos y tras esta actuación creo que tendré que ponerme en faena.

Comenzaron con “All England´s Eyes” y “Wild Swan”… Catley con su camisa blanca no paró de sonreír (iba muy feliz) y animar, Clarkin parecía Ian Hill o Charlie (Los Suaves) clavado en el escenario, aunque tocando su guitarra con enorme maestría, Stanway, más cebado que en las fotos que recuerdo, ponía sus notas melódicas y maestras desde su teclado, el bajista Al Barrow (compañero de Catley en su carrera en solitario) disfrutaba como un chiquillo y el pelón Gary James (Thunder) tras los tambores.

La cuarta de su actuación fue el tema-título de su nuevo disco, “Brand New Morning” (con cambio de guitarra de Tony Clarkin). Siguieron con, creo, una de su primer disco, “Kingdom of madness” (1978) (vuelta a cambiar de guitarra y de bajo) y “Dancing Days” (apoyando en los coros los cuerdas). Otra novedad interpretando la reciente “We All Run” (esta vez los coros corrieron a cuenta de Barrow).

“How Far Jerusalem” me sonó a gloria bendita y en la que Catley se tomó su descansillo durante una parte instrumental. En “Vigilante” el vocalista arrancó un set list y lo lanzó al público. Tras la fenomenal “Kingdom Of Madness” se despedían, pero tras unos pocos “oes” volvía a salir el bajista animando y filmando al personal con una cámara de vídeo y luego se marcaban una instrumental el guitarra y el teclista, pasando luego a hacer todos “Sacred Hour”, presentando Catley a sus compañeros y Stanway haciendo lo propio con el frontman.

En su hora y pocos minutos de actuación a mi me dejaron muy satisfecho con su exquisito y elegante Hard/A.O.R.

Pues si a los ingleses no les presté la debida atención hasta hace pocos años, con los noruegos poca diferencia. Me encanta su segundo disco, “Knights of the new thunder” (1984), pero cuando editaron, el que para muchos es su obra maestra, “Intuition” (1989), dejaron de interesarme (demasiado comercial para mi gusto, aunque reconocía su gran calidad, y no eran de mi agrado los agudos de Harnell). Es más, la tarde antes del concierto volví a escuchar el disco y seguía convenciéndome poco, uno que es raro, raro, raro

Sin embargo en directo los noruegos y el americano (quizás porqué no llegaba tanto a los agudos que no me gustaban) me convencieron más de lo que creía que pudieran hacerlo.

Pasando cinco minutos de las 22 h. y una pantalla de vídeo a cada lado del escenario (detalle que se agradeció mucho, especialmente para ver los dedos de Le Treko por su mástil) el quinteto aparecía y comenzaba con “Invisible Noise” del reciente “My religion”, con el americano manteniendo el grito final, calentando motores. Sin descanso retrocedían a 1987 (“Tell no tales”) para tocar “As Far As The Eye Can See”, con unos perfectos y cristalinos coros de los instrumentistas (menos el baterista) y mejor que no hubieran hecho el paripé meneando sus labios, porque se notaba a leguas que eran grabados (punto negativo en toda su actuación).

Harnell nos saludaba en castellano y comentaba que era la primera vez que estaban en España y nos doraba la oreja. Tras el peloteo de rigor nos situamos en 1992 (“Realized fantasies”) con “Downhill Racer” y Tony sobrao.

Le Treko soltaba un “¡Viva España!”… pasando a “She Needs Me”, tras la interpretación de esta la gente metida en el bolsillo gritando el nombre del grupo. Comienzo tranquilito de guitarra para hacer la balada “Hey Love (del EP del año pasado) con un enorme poderío vocal que fue correspondido con un gran aplauso. Puro sentimiento, oiga.

El de la cinta en el pelo (Ronni “Hippie” Le Treko) comenzaba los acordes de… “Caught Between The Tigers”, marchándose el vocalista en el final y dejando que la banda uniera la anterior a una instrumental, quedándose sólo el teclista arropando al guitarrista y tirándose al final el seis cuerdas al suelo. Seguía Le Treko dejándonos anonadados con su solo (visto de manera genial por las pantallas de vídeo), yo sabía que este hombre era muy bueno, pero no tanto, ¡madre mía, qué clase!. Luego fueron entrando el batería con ritmo de marcha militar y el bajista. ¡Genial demostración, Axel, aprende cómo meter un solo sin aburrir!. Lógicamente Harnell luego irrumpió en escena para presentar a Mr. Ronni Le Treko.

Con cambio de guitarra e iniciando con palmas dieron paso al tercer tema de esa noche del “My religion”, “Give Me A Sign” (aunque ya había salido en el EP anterior al larga duración). Volviendo el americano a salirse con sus agudos.

Nos preguntaba si nos sentíamos bien y un “¿qué pasa, amigos?”. La verdad es que se lo estaban llevando de calle. En “Forever Shine On” después del grito final el frontman acababa por los suelos. Cánticos de las criaturas y juego de Le Treko y luego de Harnell.

Regreso al “Tell no tales” para hacer “Listen To Your Heart”, seguida de “Intuition”, y la gente como loca cantando el estribillo. Tony otra vez haciendo una demostración de su poderío, hincándose hasta de rodillas, acabando el tema con “orgía” musical y el guitarra presentando al vocalista.

Cerraron con “10.000 Lovers (In One)”, de nuevo con participación de la gente y terminando con un “thank you, we love you, España!” y saludo “militar” del guitarra.

Lógicamente tenían que volver a salir y lo hicieron, preguntando el cantante si queríamos escuchar más, después de la aprobación general tocaron “My religion” (con empleo de voz ronca y rasgada), ruido de truenos para dar paso a la genial “Seven Seas” (del por mi adorado “Knight of the new thunder”) y quizás desconocida para muchos, ya que cuando tocaba cantar el estribillo se escuchó menos apoyo por parte del respetable.

Presentación de la banda para concluir definitivamente con la pegadiza “Everyone´s A Star”, llegando a tocar con los dientes el guitarrista. Final a la 23.30 h. y el noruego lanzando su guitarra a gran altura para luego recogerla.

Lo dicho, fenomenal actuación y me calaron en directo más de lo que pensaba. ¿Para cuándo su vuelta como cabezas de cartel?

Corría el año 1986 cuando un single llamado “The Final Countdown” traspasó las fronteras de la fría Suecia, irrumpió bruscamente en el resto de Europa y acabó colándose en los charts musicales de todo el mundo. Algunos, los más pocos, se rasgaron las vestiduras al ver que su grupo les traicionaba de la manera más vil posible, o sea, dándose a conocer a la gran muchedumbre con un single de lo más ramplón; otros, los más muchos, vieron el suceso como eso, algo meramente anecdótico que habría de desaparecer con el tiempo. Sin embargo, gracias a estos cinco suecos encabezados por un tal Joakim Larsson (más conocido como Joey Tempest) y de nombre Europe algunos descubrimos esto del Hard Rock, y lejos de verlo como algo momentáneo e inherente a un período vital concreto lo hicimos parte de nuestras vidas, y en esas estamos.

El caso es que jamás imaginé que el grupo que me dio a luz tuviera una feliz reunión a estas alturas, máxime cuando su afamado vocalista parecía renegar de su enlacada etapa como si de una pesadilla se tratase, y dados los cambios acaecidos en la industria musical todos estos años atrás desde la disolución del grupo. Pero tampoco vamos a volver con eso de las vueltas que da la vida, todo es cíclico y reciclabe (hasta el dinero), y desde que se anunció la noticia de la venida del grupo a tierras murcianas los verdaderos fans teníamos claro que habría que verlo, como así fue.

Un enorme telón de fondo con el clásico logo del grupo confirmaba sin lugar a dudas que veríamos a la banda sueca más relevante desde la desaparición de Abba, y el viejo pie de micro blanco de Joey Tempest postrado en escena nos metía el gusanillo en el cuerpo y agudizaba nuestra ansiedad cuales groupies entregadas a su ídolo. Que empiece ya, coña!

Y empezó, vaya si empezó. Los que esperaban un “The Final Countdown” para abrir, alguna balada o quizá un set acústico no pudieron empezar con peor pie, ya que Joey Tempest (voz), Mic Michaeli (teclados), Ian Haugland (batería), John Leven (bajo) y el mítico John Norum (guitarra), la formación más clásica, salieron a romper –y rompieron- con dos de sus temas más añejos y cañeros, “Seven Doors Hotel” y “Wings Of Tomorrow”, de su primer y segundo trabajo respectivamente, sin descanso por parte del grupo y sin aliento por el del respetable. Sonidazo, entrega y tablas, con eso y un bizcocho el público de calle.

Tras el barullo inicial y los saludos algo más conocido, aunque no de su afamado tercer elepé: “Superstitious”, que sirviera de single de presentación para su esperado por muchos -entre los cuales me incluyo- cuarto larga duración. De lujo. “Time Has Come” siguió la tónica relajada del anterior, esta vez sí del multimillonario Lp que les catapultó a la fama mundial, mientras que la aceleración de la guitarra de Norum parecía anunciar lo que finalmente fue, un “Ready Or Not” de órdago, en el que acompañó a la segunda guitarra el propio Tempest. Y ahí va esa bandera sueca, pa’ que os quejéis!

Mención especial para John Norum, que a pesar de llevar chorrocientos años sin tocar esos temas y aun sin ser el artífice de los solos de la era “Out Of This World”, copyright de Kee Marcello (quien declinó amigablemente la oferta de reunión), clavó todas y cada una de las notas de los mismos como si el tiempo no hubiera pasado. Un crack.

“Heart Of Stone”, una letal “Scream Of Anger” precedida de un engaño por parte de Joey, que anunciaba un tema ‘slow’ (teníais que haber visto la cara de algun@s, je je), una apañada y menos cantosa “Carrie” en formato acústico y una tremenda “Sign Of The Times” siguieron elevando el clímax hasta cotas que pocas veces he visto en directo, y mira que he visto. Seguidamente presentación del combo por el recatado vocalista, ya sin sus atuendos de antaño y más acorde con los tiempos que corren, para acabar cantándole –ellos y nosotros- el ‘cumpleaños feliz’ a Haugland, que el día anterior había cumplido años. Qué trabajos nos manda el señor…

Tras un elegante solo –¡cómo no!- de John Norum arropado por las teclas de Mic Michaeli vuelta a las escarpias, en este caso a las que produce un tema como “Stormwind”, nuevamente de su segundo trabajo, “Wings Of Tomorrow”. Bua! Sin pausa alguna se hacen un “Let The Good Times Rock” y aquello se viene abajo, al menos por nuestra zona.

Tiempo para las demostraciones, la primera a cargo del rasurado baterista Ian Haugland (¿qué pasó con esa lustrosa cabellera, man?). Para hacerlo más ameno se superponen las guitarras de “You Really Got Me” y “Ace Of Spades” consecutivamente, y nosotros lo agradecemos y disfrutamos a la par. En la recta final del solo plantan una caja individual al frente del escenario para el típico juego “ahora yo, ahora vosotros”, para dar paso a sus compañeros sin más dilación. Entretenido. En el turno de Tempest/Norum, el primero acompaña al guitarrista con su voz y el segundo vuelve a demostrar su valía, como si todavía no hubiera sido suficiente con lo que llevamos de concierto. Buena pausa para recargar energías de cara a la recta final del concierto, y es que hasta para los solos tienen gracia. ¡Olé!

Antes de la retirada a camerinos para los típicos y tópicos bises un tema nuevo, Yesterday’s News, algo frío y monótono, todo sea dicho.

Y tras los también típicos y tópicos silbidos salen de nuevo a escena, y se marcan como el que no quiere la cosa unos “Cherokee” y “Rock The Night” de quitarse el sombrero, ya con el personal al completo rendido a sus pies y con la lengua más fuera que dentro (salvo nuestro colega Nico, que resiste el envite abrazado a una columna del bar cual Ulises al son de las sirenas).

En la recta final del evento, un siempre comunicativo Joey Tempest nos incita a gritar para comparar con la audiencia francesa (y dale con los tópicos…), para presentar a continuación otro de los nuevos temas, “Start From The Dark”, bastante más agraciado que el anterior y que augura buenas cosas. Y para cerrar de postre, por supuesto, “The Final Countdown”, demasiado grande (entiéndase aquí en sentido ‘popular’) como para omitirla directamente, pero de la que estoy seguro se empacharon incluso antes que nosotros.

Y esto es lo que dio de sí la vuelta a los grandes escenarios de la banda sueca por excelencia. Tanto si eres de los antiguos fans (engañado o no) del grupo y no estuviste como si todo esto te suena pero de lejos, te recomiendo encarecidamente que no te pierdas su próxima visita en solitario presentando el nuevo disco, estoy completamente convencido de que te vas a llevar una grata sorpresa. Si por el contrario eres de los que piensa que Europe fue sólo un grupo para niñatas que además sirvió de sintonía para un ‘partido popular’, lamento decirte que esta gente rockea, seguramente mucho más que cualquier formación purista consagrada para siempre al ghetto. Sea como sea id agarrando el cojín más cercano, Europe han vuelto para patear culos.

KISSEXY

Acostarse a las tantas, por la juerga, el día anterior no fue buena idea, ya que el viaje, calor y tantas horas de pie a eso de las tres de la madrugada hicieron mella en servidor. Pero sin ser nada especial estas cuatro italianas (más el compañero masculino a los solos de guitarra) dieron marcha a mis amigos (y Beatriz) y nos contagiamos e hicimos el ganso cerca de la mesa de mezclas durante su hora de actuación. Su repertorio son versiones de KISS (van caracterizadas con sus maquillajes y todo), interpretadas con mayor o menor acierto (más de esto último que de lo primero) y especialmente llama la atención la cantante con su ropa bien sexy y ajustada, haciendo que más de uno (y quizás una) echara a volar su mente de manera muy lasciva.

Dieron inicio con “Psychocircus”, que me costó reconocer (¡ese Bubba!), siguiendo con “Got To Choose”“Lick It Up” (con lamida provocativa de la bajista al mástil de su instrumento), “Heaven´s On Fire”“Shout It Out loud”“Cold Gin” (a la voz la guitarrista), “Take It Off” (sacando a un chaval para un striptease, pero este al ser tan soso y no decir nada lo retira, y saca a Terrana -¡hasta en la sopa!-, me llega a sacar a mí… y como un ángel, oiga… jejeje, aunque con mi cuerpo “Danone”, seguro que mucha risa), “I Was Made For Loving You”“Forever”, la bajista escupiendo “sangre-ketchup” a lo Simmons para dar paso a “God Of Thunder” (cantando la cuatro cuerdas de mala manera), un solo de batería más simple que el mecanismo de un chupete, para continuar con “Detroit Rock city” y poner el fin de fiesta (nunca mejor dicho, al menos en nuestro grupo) con “Rock´n´Roll All Nite” y la presentación de la banda.

Yo hubiese puesto a este grupo en los primeros puestos o en su lugar otro grupo o uno español, pero bueno, nosotros nos lo pasamos bien distorsionando, aunque me quedé con ganas de que a la cantante le pasara como a su compatriota Sabrina en la televisión, pero para mí que el corpiño que llevaba lo había untado con “Loctite”, porque no era normal con los botes que pegaba que algo no se le escapara… jejeje, vale, llamarme cerdo o machista, pero es lo que pienso, ¡ale, a no ser hipócrita!

Pasadas las cuatro de la madrugada tocaba regreso a nuestra ciudad, con mucho cansancio, pero una estupenda satisfacción por haber estado en este gran festival, que, como dice mi compañero al principio de la reseña, la organización estuvo a la altura de las circunstancias (¡qué aprendan otros, que ya va siendo hora!). Agradecer a Frontline y a la Asociación Cultural Lorca Rock el habernos acreditado y haber hecho ese día un grandioso evento que quedará para los buenos recuerdos. Muchas gracias. Esperemos que el año que viene sea igual o mejor que este.

Felix “Pasota” (Crematory) y Bubba “Giardino/Barilari”

Texto: Intro, Dream Evil, Crematory y Europe – Bubba; After Forever, Axel Rudi Pell, Magnum, TNT, Kissexy y Outro – Starbreaker

Fotos: Starbreaker Pedro M. F.