SHERPA – Presentación a los Medios – Martes 30 de noviembre de 2004, Chesterfield Café (Madrid)

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A pesar de que el disco de Sherpa, “Guerrero en el Desierto”, ya lleva algunos meses en el mercado (hace tiempo que está reseñado en esta Web), es ahora cuando es presentado oficialmente a los Medios de Prensa. En este tiempo Sherpa se ha dedicado a conformar la banda que le va a acompañar por la gira que está a punto de comenzar.

La presentación se hizo en el ya habitual Chesterfield Café, en pleno corazón de Argüelles. Un sitio perfecto para este tipo de eventos, con un escenario fijo y suficientemente amplio para que los músicos no se estorben demasiado, y con bastantes comodidades para el público siempre y cuando este no sea demasiado numeroso, tal y como sucede con estas presentaciones.

Tras un pequeño infierno para aparcar (justo al lado está El Corte Inglés y ya estamos enfrascados en época de compras navideñas), accedimos a la sala, recibimos una pequeña documentación con un texto introductorio y las fechas de su gira, y accedimos al local. En ese momento habría unas 50 personas, entre gente de prensa, radio, webs y algunos invitados. Unos agradables momentos de animada charla con Julio Castejón, Carlos Parra (teclista de los Trípodes), Josemi Valle (autor de una biografía de Asfalto a la que le está costando nacer), además de algunos amigos y compañeros del Foro de la Web, me hicieron más agradable la espera.

Con exquisita puntualidad española (es decir, con más de una hora de retraso), la banda subió al escenario. Por supuesto, Sherpa se encarga de la voz y el bajo. Para el puesto de batería cuenta con su viejo compinche de Barón Rojo, Hermes Calabria, casi irreconocible sin su bigote y tras unas gafas de sol estilo Bono (U2), como acertó Sherpa a comparar en una ocasión. Y un par de guitarristas: Juanjo Melero (conocido sobre todo por sus años en Sangre Azul, habiendo formado también de otros grupos de gran nivel como Santa Fe y Marshal Monroe) y Raúl Rodrigo, del cual desconozco su trayectoria anterior.

A Sherpa se le veía de buen humor, y en todo momento hizo uso de los chascarrillos y juegos de palabras que siempre le ha gustado utilizar. Nos dio la bienvenida y con un aullido que imitaba al coyote “que no había podido venir”, dio comienzo el mini-set con el tema que abre el disco: “Guerrero en el desierto”, el cual dedicó a su sobrino, presente junto al escenario.

La incógnita que habíamos estado esperando estaba despejada: La vuelta de Sherpa al rock duro es completa. La banda suena como un tiro, Hermes mantiene el mismo estilo que tenía hace 20 años, aunque a mi parecer ha perdido algo de pegada. Los dos guitarristas tienen un gran nivel, algo que era de esperar por parte de Juanjo Melero, pero que desconocíamos en el caso de Raúl Rodrigo. Y Sherpa, bien con el bajo pero dubitativo con la voz. Le costó entrar en calor y acertar con el tono de la canción, y se tiró todo el tema buscando la línea buena.

Tras cada tema Sherpa hacía un parón en el que aprovechaba para bromear con el público y para explicar la temática de la siguiente canción. Con una dedicatoria a “Operación Pufo” arrancó “Flor de invernadero”, en el que reafirmé mi opinión positiva sobre la calidad y empuje de la banda.

Los temas suenan mucho más duros y poderosos que en disco, apoyado sobre todo en el excelente trabajo de ambos guitarristas. Raúl Rodrigo se encargó de las partes vocales que en el disco interpretan Julio Castejón, Fortu y Carlos Escobedo, además de cumplir sobradamente con su labor instrumental. Sólo un pequeño “pero”, y es su actitud en escena, demasiado estático, pero evidentemente es un mal menor. Juanjo Melero participa menos en labores vocales, limitándose a algunos coros, pero su técnica es brillante y se le ve mucho más “suelto” sobre el escenario. La experiencia, que es un grado. Sherpa sigue con cierto desatino en la entonación, aunque algo ha mejorado, con la voz ya caliente.

Presentada como una queja sobre aquellos que se presentan como amigos cuando las cosas van bien pero no dan la cara en los momentos duros, es el turno de “Con pies de plomo”, mucho más dura que en el disco.

Unas palabras biográficas y cómplices con su madre, presente en la sala, dan paso a uno de los temas más sentidos del disco, “Mi Everest”, con una parte mucho más contundente que en disco, manteniendo la parte dulce en que Sherpa casi susurra la letra.

Sherpa comenta los antiguos tiempos en Barón Rojo, cuando tuvieron la posibilidad de hacer una gira por USA como teloneros de AC/DC, y que se frustró por la incompetencia de Zafiro, su Compañía de Discos de entonces. Había llegado, evidentemente, el momento de “Al Centro Del Corazón”, que se lo quiso dedicar a su manager de aquellos años, Jesús Caja, presente en la sala.

Debo decir que es uno de los temas que menos me convencen en el disco, pero debo reconocer que gana muchísimo en directo. Suena al más puro estilo AC/DC, y el largo solo ejecutado por Raúl Rodrigo recuerda inequívocamente a Angus Young, imagino que de manera plenamente consciente.

Tras este tema y las consabidas bromas con las que enlaza las canciones, Sherpa sugiere tocar algo de Barón Rojo. Alguien del público enseguida pide “El pobre”, pero Sherpa dice que va a tocar una mejor. Y tiene razón, porque es el turno de uno de los clásicos por excelencia del Barón: “Concierto para ellos”. El inicio, con un tapping por parte de los guitarristas, es excelente, y el tema suena poderoso, con la banda sonando como un huracán. Es evidente que los temas de Barón Rojo están compuestos para ser cantados en tonos más altos, con lo que Sherpa tiene problemas para mantener la voz más arriba de lo que necesitan sus nuevas composiciones. Aún así hecha mano de sus tablas para solventar el problema, y consigue cumplir con solvencia. Juanjo Melero se luce sobremanera, demostrando sobradamente su técnica y saber estar.

Tras el tema, cantado por los todos los presentes, como no podía ser de otra manera, Sherpa avisa en tono jocoso que “ahora es cuando hacemos que nos vamos, nosotros nos llamáis y nosotros volvemos a tocar alguna más”. Y dicho y hecho. Aunque se les reclamó tímidamente, quizás por el aviso, enseguida volvieron al escenario para tocar, según Sherpa, “una de las canciones que más me gustan”. La verdad es que no me la esperaba: “Campo de concentración”, una de aquellas inéditas que se estrenaron en la grabación del mítico “Barón al Rojo Vivo”. Los dos guitarristas cumplen con nota el papel encomendado, y Sherpa y Hermes están en su salsa.

Aquello estaba ya acabando (o casi acabando), y Sherpa anuncia un tema que “seguramente no vais a conocer”: Una introducción de Hermes a la batería y… “Resistiré”, directa entre los ojos, que diría Rainbow, poniendo punto final a este mini-concierto que nos dejó a todos con ganas de más.

Tras unos minutos de descanso, Sherpa volvió al escenario, esta vez sólo, a responder las preguntas de los asistentes. Se explayó a gusto contra los antiguos dirigentes de Zafiro, habló de asuntos personales, de su nuevo disco, de las letras de las nuevas canciones y su esfuerzo por sacarlas adelante y, cómo no, a la inevitable pregunta de una posible reunión con los hermanos De Castro, contestó que únicamente lo haría demanera puntual y porque alguien pusiera mucho dinero encima de la mesa para hacer un espectáculo de primera magnitud.

Al final de la rueda de prensa, Julio Castejón, presente en la sala, subió al escenario a felicitar a Sherpa y a darle la bienvenida de nuevo al mundo del rock con unas emocionantes palabras.

Esto es sólo el inicio. A partir de aquí comienza la gira que le llevará a bastantes puntos de la geografía nacional y en la que tendrá la oportunidad de demostrar que Sherpa está aquí otra vez, con nuevas canciones y con nueva banda, dispuesto a ocupar su hueco en el rock nacional.

Texto y fotos: Santi Fernández «Shan Tee»