LOS PARPEL – Miércoles 16 de febrero de 2005, pub Barracudas (Madrid)

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La verdad es que me enteré casi de casualidad del concierto, a través de un anuncio de la programación del pub en una revista gratuita. Yo ya había tenido oportunidad de ver a Los Parpel en una ocasión, en la sala Ritmo y Compás, hace un par de años, y me dejaron tan buen sabor de boca que estaba deseando repetir, y esta iba a ser la ocasión.

Aquellos que no los conozcáis ya os habréis imaginado que se trata de un grupo de versiones de Deep Purple. Hasta aquí bien. Lo que quizás no sepáis es que el grupo lo componen 5 músicos profesionales con un alto nivel técnico que interpretan muy competentemente un buen puñado de temas clásicos de la banda británica.

De todos ellos, quizás el más conocido para el gran público (rockero, se entiende) es Bernardo Ballester, dado su paso por Ñu, Santa y Golden Farm. El siempre difícil reto de emular a Ritchie Blackmore recae sobre Jaume Plà y el no menos difícil de cantar estas canciones lo asume Toni Menguiano, el que fue cantante de Golden Farm, un gran grupo a caballo entre Ibiza y Madrid que mereció mucha mejor suerte. El grupo lo completan Tony Ferrer al bajo y Boris Kurtev a los teclados, menos conocidos pero no por ello con menor nivel como músicos.

Dado que el concierto iba a tener lugar en un pequeño pub, y sabiendo que la puntualidad en estos sitios no suele ser una virtud, llegué justo a la hora en que estaba marcado el inicio del show, las 22:30. Y llegué justo a tiempo.

Justo a tiempo para ver cómo aparcaba un coche en la puerta del local y empezaban a… ¡¡descargar la batería!! Jooooderrr. Bueno, voy a entrar al menos al pub a hacer un poco de gasto… “no, está cerrado aún, veniros dentro de un rato…” Miro el reloj: 22:35 h. Spain is different..

No pasa nada, voy en buena compañía, así que buscamos una alternativa cercana para dejar pasar el tiempo, y una hora después aparecemos de nuevo por el pub. En esta ocasión ya hay más suerte. El equipo está ya montado (¡tiempo récord!) y los músicos se intercalan entre los clientes del pub.

Un rato más de espera hasta que los músicos deciden subirse a las tablas. Buen rollo, camaradería y ambiente familiar conforman una situación muy agradable. No va a ser una noche que pasará a la historia del rock, pero seguro que nos vamos a divertir.

Tranquilamente se cuelgan los instrumentos, Toni suelta un lacónico bueno, ya estamos aquí como siempre… mientras que Bernardo ya ha empezado a tocar la batería, y tras él el resto de músicos se van agregando uno tras otro en el inicio inconfundible de “Highway Star”. El sonido es bueno, aunque los teclados están demasiado bajos, algo que no se solucionó en toda la noche. Yo ya conocía el alto nivel técnico de los músicos que tenía delante, pero mi acompañante estaba ansiosa por ver cómo respondían ante los exigentes solos de teclados y especialmente de guitarra que componen la canción. Tal y como yo esperaba, tanto Boris Kurtev como Jaume Plà clavaron dichos solos. Mención especial a Jaume y su brillante ejecución del que posiblemente sea el solo de guitarra más famoso de la historia.

Toni Menguiano estaba un poco frío, y aunque andaba bien de voz, le costó animarse un rato. Y Tony Ferrer manteniendo la base sólida sobre la cual se explayaban sus compañeros. Me recordó mucho a Roger Glover, no sé si por lo evidente del caso, su forma de moverse, su barba poco poblada o todo a la vez, el caso es que no le saqué ni un solo defecto en toda la noche.

Rápidamente continuaron con “Black Night”, pletóricos, sobre todo Bernardo Ballester, que conserva esa descomunal pegada que siempre ha tenido. Los intermitentesproblemas con el sonido del teclado parecen solventarse de momento, y lo hacen en el momento justo, porque suena la inconfundible introducción de “Knocking At Your Back Door”, de aquel maravilloso “Perfect Strangers”, y en el que Tony Menguiano tiene ciertos problemas en el estribillo, no consiguiendo llegar a los tonos más altos.

El ambiente es totalmente relajado por parte de los músicos, que no paran de bromear entre ellos y decidiendo casi sobre la marcha cual será el próximo tema a tocar. En este caso le llega el turno a otra del “Perfect Strangers:“Under The Gun”, para la cual Tony se ayuda de un atril en el que tiene un libreto con las letras. Jaume Plà y Bernardo Ballester siguen con su exhibición particular, siendo el centro de todas las miradas.

Otro pequeño parón, unas bromas con el público y siguen cayendo clásicos de la etapa Gillan. “Woman From Tokyo” y “Gipsy’s Kiss” son las siguientes. Todas las versiones se ajustan lo más posible al original, incluyendo los solos de guitarra y teclados, e incluso su sonido, en especial el Hammond con el que Boris Kurtev emula a Jon Lord. Y precisamente Boris hace un solo muy en la línea del maestro Lord, incluyendo en él retazos clásicos, no en vano ambos teclistas tienen formación clásica. Al solo de teclados se incluyen el resto de componentes del grupo en una instrumental que hace las delicias de todos nosotros, y que se funde con la larga parte instrumental de “Lazy”, mi canción preferida de la carrera de Deep Purple. Tony Menguiano había desaparecido del escenario durante todo este período instrumental, y casi le pilla el toro, subiendo a las tablas con el tiempo justo para empezar a cantar.

Tras la rocanrolera “Lazy”, la siempre vacilona “Hush”, que sirve además para que el público cante sin complejos el pegadizo estribillo. Al finalizar la canción, un pequeño grupo de amigos cerca del escenario empieza a pedir “Child in Time”, a lo que Tony contesta que no va a poder ser. Ante la respuesta, los chavales se ponen a cantar el inicio de la canción entre risas.

Hasta este momento todos los temas interpretados pertenecían a la etapa Gillan, y yo ya echaba en falta algo correspondiente a el período Coverdale / Hughes, y como si me hubieran leído el pensamiento tocaron unos cuantos temas de esa etapa, comenzando por “Stormbringer”, con gran despliegue vocal de Tony Menguiano, siguiendo con “Lady Double Dealer”, en la que lamentablemente no puedo decir lo mismo, ya que las pasó un poco canutas en algunas partes. El resto de la banda, como en todo el concierto, impecable.

Un momento de reposo para coger aire, adornado por varias bromas entre Tony y Bernardo, y de repente Jaume se arranca con un riff arrasador que nos pone los pelos de punta: “Mistreated”. El tema es intenso, potente y cada uno de los músicos da lo mejor de si mismo para que sea uno de los puntos álgidos del concierto, en especial Jaume Plà, que tiene en la extensa parte central la ocasión propicia para su lucimiento personal. Tony interpreta su parte con mucho acierto, lejos de los problemas sufridos en el tema anterior.

La extensa interpretación de “Mistreated” es un buen final para el concierto. Tony Menguiano presenta a toda la banda, da las gracias y hacen el amago de irse. Bueno, ni siquiera puede hablarse de amago, ya que por su ubicación, el escenario no tiene salida posterior, así que se quedan en las tablas esperando que pidamos más, reclamados por Bernardo Ballester entre risas.

Cuando consideran que hay bastantes aplausos, Jaume se cuelga la guitarra de nuevo y ataca con el rabioso riff de “Burn”, al cual le sigue el resto del grupo, a toda velocidad. El final lo empalman a “Smoke On The Water”, quizás el peor tema de Deep Purple, pero indispensable en cualquiera de sus conciertos, tanto propios como de una banda de versiones. También sirve para que el público cante el estribillo a la mitad del tema en un juego con Tony. Desde luego, práctica no nos falta. Y ahora sí, es el momento de finalizar realmente el concierto, dejándonos con muy buen sabor de boca.

Así que ya sabes, si te gusta Deep Purple y te apetece vivir una velada agradable entre amigos, no tienes más que esperar a que Los Parpel toquen cerca de tu casa… y a disfrutar.

Texto y fotos: Shan Tee