ARS AMANDI + LEYENDA – Viernes 28 de octubre de 2005, sala Arena (Madrid) 

¡ Comparte esta noticia !

Aprovechando mi fin de semana en Madrid tenía por delante sobredosis de conciertos. Shan Tee me dijo de ir con él a la fiesta/concierto de “Los + Mejores” en la sala Silikona con Net Distorssion, Noxtromo y Sphinx. Le dije que mejor él fuera a cubrirla y servidor acudiría a la presentación en vivo del tercer disco, “Camino al destino”, de Ars Amandi junto a sus compañeros de Sello, Leyenda.

El día era lluvioso y el cielo estaba bien cargado de nubarrones. Pero cual machote (al final cual cipote) decidí salir sin chubasquero ni paraguas (más que nada para no ir tirando de él), y para coger el Metro hacia Callao bien, pero una vez llegado a dicha estación y ver la calle subiendo las escaleras de salida… ¡el diluvio universal! (o casi), aquello era llover con ganas, cosa a la que uno no está acostumbrado, siendo de secano, o más bien tendríamos que decir de desierto. Pero nada me iba a parar hasta llegar a mi objetivo… que no, que no era llegar a la sala Arena para situarme al borde del escenario, ni de coña. Mi objetivo era llegar al Gañán, bar donde te puedes cebar de ricas viandas con nombres tan sugerentes como un “señorito”, “timón”, “gañán”… sito cerca de la Pza. Santo Domingo y de obligada visita cuando uno (y otros de Alicante) arriba a la capital. En fin, que tras llegar empapado a dicho lugar, me hice fuerte en la barra y comencé a tomarme una cerveza con algo de chicha, y luego otra, más raciones de albóndigas y patatas a la brava… uno ya más que saciado, a punto de reventar y como si estuviera a pique de parir… decidió tomar rumbo a la sala Arena, casi rodando cual albóndiga gigante.

Menos mal que fui previsor y no hice mucho caso de la hora de comienzo que me notificaron los de Pies Records por e-mail para LEYENDA (21 h.). Al ratillo de llegar y situarme bajo la barandilla que hay (cerca) a la izquierda del escenario, se corta la música de Twisted Sister y salen tranquilamente los cuatro músicos, tomando sus instrumentos y situándose en escena.

El reloj marcaba las 20.36 h. y Antonio (vocal/guitarra) y los suyos nos llevaban de primeras a “El sueño del Infierno”. Siguen con sus movimientos al unísono, como en las dos anteriores veces que los vi, y de los coros se siguen haciendo cargo el guitarrista Ferdis y el bajista David.

Un simple gracias tras los aplausos para unir con “Quintaesencia”, tema que da nombre a su primer y único disco, con bastante melodía y un solo de iguales características. Contando con la participación de un teclista, que no llegaron ni a presentar durante el concierto (o al menos yo no lo escuché y eso que estuve prestando bastante atención), feo gesto hacia el músico. 

Antonio da las gracias y dice el nombre de la banda. La siguiente en su inicio me recuerda a Tierra Santa, es “Más allá del fin”, acompañada por palmas, casi a oscuras, al igual que a la que enlazan, “Y verás”. Al final la gente canta a pelo “que estás junto a los demás”, y es que tienen su legión de seguidores que les apoya y les han ido a ver, así compruebo al ver a peña coreando sus temas y con camisetas con la portada de su disco. 

Prosiguen su descarga con “Talento oculto”, esta vez sin la ayuda del teclas, que vuelve a salir para hacer “El último alado”, con Antonio y el bajista volviendo a hacer movimientos a la vez y moverse de izquierda a derecha con sus instrumentos apuntando al público.

“¡Muchísimas gracias, os dejamos con Ars Amandi!”, así se despiden, dejando para el final dos temas con más fuerza de su repertorio, “Soy yo” (con final de los cuerdas juntos), unida a “Cazador”, apoyada con palmas en su parte tranquila. El reloj se acerca a las 21.15 h. y dan las gracias y la gente corea el nombre del grupo. No hay tiempo para más.

Conjuntados se les ve de sobra, pero sigo sin pillarle el punto a sus composiciones de Heavy Metal, la mayoría me comunican bien poco, las encuentro faltas de potencia y garra.

Atruena el “Chaos A.D.” de Sepultura mientras los pipas se encargan de preparar el escenario para ARS AMANDI. Telón rojo al fondo con las letras de la banda, pendones a ambos lados del escenario, cuencos con ficticio fuego a derecha e izquierda de la parte delantera de la batería, y debajo de la parte frontal de ésta una tela con “Camino al destino”.

La verdad es que la música del hoy en día quinteto no me llama mucho la atención, prefiero con diferencia a los grupos nacionales de donde han mamado, Ñu, Mägo de Oz… y grupos de Folk. Habiéndolos visto en la presentación en directo de su primer disco, “Autóctono”, la formación ha tenido cambios en sus filas, quedando de aquel primer disco el cantante, flautista y dulzainero Dani Aller, y el guitarrista Paco, reforzándose con el gran bajista Fernando Mainer (Tako, ex–Ankhara, entre muchos otros), el guitarrista vasco Íñigo (con estudios de guitarra en USA y componente de una formación en Euskadi que realizan versiones de Thin Lizzy), y el baterista Teto.

Ahora la banda suena muchísimo más heavy, como pude comprobar en este concierto, que además de la presentación de su tercer y último trabajo contaba con el atractivo de tener invitados especiales. Viendo y escuchando lo acontecido aquella noche no hubiera estado nada mal que se hubiera filmado para la edición de un DVD. 

Treinta minutos pasadas las 21 h. suena una intro y Teto ocupa su lugar tras los tambores, Íñigo con su guitarra ocupa el lado derecho del escenario y a su derecha se sitúa Fernando, luego Paco se planta a la izquierda y el último en salir es Dani y arrancan con “La maldición del bosque”, de su último CD.

Tras darnos rápidamente la bienvenida sin respiro empalman a “Camino sin fin”, primera del “Autóctono”, y una de las canciones que destacaría de su discografía. La peña cantando todos a una el comienzo, y es que la mayoría de la sala, ya llena, entregada al máximo desde el principio. Paco a los coros apoyando a Dani, que me pareció que tuvo un pequeño fallillo sin mucha importancia al empezar en una ocasión el estribillo, sin que tuviera que hacerlo.

Suben más la temperatura de la sala, para que la gente se entregue al máximo, sin parar, con vuelta a revisar el tercer disco, “Falso camino”, con ese aire festivo castellano, pero mezclado con aires de Rock andaluz tanto en la música como en la voz de Dani. Alguien del público lanza a las tablas una prenda. Los guitarras salen de su zona y se juntan con caras de felicidad.

Hay que respirar, así que Dani nos da las buenas noches ante la ovación de la concurrencia diciéndonos que es un placer estar allí y que va a ser una gran noche de fiesta, agradeciéndonos el estar viéndolos.

“¡Nos debemos a Castilla!” y acto seguido otra del último, “Sol y acero”. Durante la parte instrumental el vocalista abandona las tablas. Los tres cuerdas al final juntos en la derecha del escenario.

No bajan la intensidad, puesto que unen a “Abula” (primera aquella noche de “En tierra firme”), sonando mucho más heavy metalera que en el disco, con la gente dando palmas, volviendo a irse Dani durante el solo de guitarra. 

Es el momento de que empiezen a hacer acto de presencia los primeros invitados de la noche (bien recibidos y despedidos por el público): la guapa y risueña Natalia (Rosa Rosae y profesora de canto) vestida de negro y con un bastón, y vuelve a tomar las tablas Antonio (Leyenda), pero sin su guitarra. Tres voces para el primer corte del disco del presente año, “Gritando al mar”

Fernando abandona su bajo y se hace con un contrabajo con una línea bien moderna y sacan un teclado que va a ser tocado por el padre de Teto, Pepe Sancho (recibido con mucho cariño). Mientras preparan todo, Íñigo nos pregunta “¿cómo va?, ¿cómo suena?”. Pero hay otro invitado más para el siguiente tema, José Andrëa, que sale ataviado con la ropa del nuevo disco y próxima gira de Mägo de Oz (¡joer, qué formal luego con ropa de calle y sus gafillas!). La gente se pone a cien y el moreno cantante suelta con su tono peculiar un “¡¡¡¡¡caaaaabroooooneeeeesssss!!!!!”, dando las gracias al grupo. Así interpretan la balada “De nuevo aquí”. Cara a cara los dos cantantes al comienzo. Al terminar se funde en un abrazo José con todos los músicos. “¡Mucho José, mucho José…!”, vocifera la gente. 

Dani nos deja con los músicos y el veterano teclista e interpretan una pieza instrumental, con los guitarristas cara a cara en el centro. El fuego de la derecha hacía unos cuantos temas se había apagado. La gente al acabar nombra una y otra vez al teclista. Paco dice en broma que a Fernando se le ha roto el bajo y se ha traído esto, señalando el contrabajo. Pasan a interpretar el tema principal de la película “El padrino”, como ya viera y escuchara en el anterior concierto que vi de ellos, con la dulzaina de Dani. Palmas acompañan a la buena melodía.

¡Quiero veros a todos saltar arriba!”, dice eso y acto seguido enlazan a “Transylvana”, la instrumental del primer disco de Iron Maiden y que había tenido ocasión de verlo la noche antes interpretado de manera magistral por la banda de suecos de Paul Di´Anno. Y como no hay dos sin tres, pues otra copla instrumental… pues va a ser que no, es la manera que tienen de comenzar con aires festivos la versión que realizan en el último disco de “El río” de Miguel Ríos.

Fernando vuelve a tomar su bajo normal e interpretan otra del reciente trabajo, “Un lugar”, saliéndose el bajista en esta composición que gana mucho en directo. Paco se tropieza con su pie de micro, ¡cuidado, quillo, a ver si vas a montar una zapatiesta con lo pequeño del escenario y la gente que hay!, jejeje. No pasa nada. 

Momento para la participación de otro invitado para cantar “La tormenta del placer”, según Dani letra escrita por su hermano… Óscar (Lujuria), la persona más indicada para cantar a dúo dicha canción. El lujurioso sale como un tornado, animando y metiéndose a la peña en el bolsillo desde su salida. Para mí fue la mejor participación de la noche, no parando de moverse, animar, mordiendo el cable de micro y hasta echándole mano al paquete a Dani. Antes de irse recuerda la estúpida e injusta ley de menores que no dejan entrar a salas para ver conciertos, quedándose esa noche unos cuantos en la calle sin poder entrar. Dani le da la razón a Óscar, mencionando que en el Parque de Atracciones se les permite la entrada y allí también venden alcohol. Aplausos ante la gran injusticia y evidencia. 

Más invitados, esta vez turno para El Peri (nuevo bajista de Mägo de Oz, ex, entre otros, de Ars Amandi y Los Canallas, y pareja de la vocalista Natalia – ¡toma aquí hay tomate!). La peña grita: “¡ese Peri, ese Peri…!”. Pero no es el único de Mägo en salir, también Mohamed (violín), Fernando (flauta travesera)… y con ellos dan comienzo a “No queda sino batirnos”…, pero claro, falta el compositor del tema, y ya empezada y por sorpresa sale Txus con vestimenta de disco y gira, para ¿cantar?… no se oye su micrófono en su primera estrofa. Al instante se despoja de su abrigo y se queda en la gloria, luciendo un picardías negro de encaje fino que dejan a vista de todo el mundo sus posaderas, y que se encarga él una y otra vez de darse la vuelta sin pudor ninguno para que todo el mundo vea sus cachetes. Cada uno puede ir como le de la gana, pero yo no me pondría ni para actuar tal indumentaria. Por cierto, que luego salió y entró del backstage más de una vez acompañado por delante y detrás por unos señores bien trajeados y con pinta de guardaespaldas. 

“¿Cómo lo llevamos?”, anima Dani y la gente no puede estar más feliz y contenta. Turno de otra versión, la de Triana y que aparecía en su primer disco, retitulada “Abre la puerta niña”. La gente en plena fiesta palmeando. El vocalista mantiene la nota final, apoyando su pierna derecha en uno de los chivatos. 

Momento de lo que conlleva Ars Amandi. Teto al público lanza baquetas y parches. Agradecen a todos los invitados. Alguien lanza una bufanda del Rayo Vallecano que Paco cuelga de su pie de micro. Recuerdo a Jacobo, técnico de sonido; a los pipas (dos, y que no me dio tiempo a anotar su nombre); a Álvaro, su road manager; a su manager Richard; a nosotros… y a las camareras, dice Paco, jejeje. Siguen tocando y Dani va nombrando a sus compañeros. “¡Un placer, hasta siempre, Madrid!” y acaban con el final del tema de Triana, con el cantante de nuevo manteniendo la nota final y con sus brazos en cruz. 

Yo creía que se retirarían acto seguido a camerinos, pero no, aún quedaba otro invitado. Con su productor y guitarrista Manolo Arias (Ñu, ex-Muro, Motores, Niagara…) interpretan “Escuchando al corazón”, del segundo. Durante un momento Manolo y Paco moviéndose a la vez. Y otra del segundo, “Déjame”, y “Tu ley”, del primero, suenan la mar de heavies, aunque Dani sopla que te sopla. Estupenda. Primera retirada pasando cuatro minutos de las 23 h. 

Poco tiempo pasa para volver a salir, con Dani con camiseta del grupo recortada por las mangas, y hacen “Mirando hacia el otro lado”. Íñigo poniendo su guitarra en vertical y volviendo a pensar yo que con él y los demás nuevos miembros el grupo suena bastante heavy.

“La suerte está echada” es la última y la gente canta como si se le fuera la vida en ello, hacia la parte final salen un grupo de dulzaineros (siete hombres y una mujer) sonando la canción bestial. Dani eufórico con pie de micro arriba y empieza a caer confeti para el fin de fiesta. Son cerca de las 23. 15 h. y todo el grupo se despide a la vez, lanzando CDs. 

Ars Amandi en Madrid triunfan y los sigue bastante gente, pero no terminan de despegar en la mayoría del territorio español. Siendo objetivo su directo es bastante bueno, aunque para mí hay muchos temas con ese aire festivo con uso de vientos que llegan a cansarme. Puede que con su cuarto disco, y si componen todos los músicos, puedan ganar en diversidad musical y me interesen más.

P.D: Sentimos que la mayoría de fotos de Ars Amandi no tengan una buena definición. No sé lo que pasaría con la jodía y ya obsoleta (pesa más que una vaca en brazos) cámara digital. Quizás desde la distancia a la que me encontraba (tampoco mucha desde el escenario) y el débil flash fueran la causa. 

Texto y fotos: Starbreaker