UFO + KREISOR – Sábado 11 de noviembre de 2006, Sala Heineken (Madrid)

¡ Comparte esta noticia !

Nueva cita con la banda británica, una nueva cita con otro recambio para la ocasión, esta vez le tocó el turno o el relevo a Jason Bonham dejando su puesto de baqueteador al veterano Andy Parker.

La verdad es que Jason Bonham había encajado perfectamente en sintonía con el grupo y cuando más solidez adquirían juntos, de nuevo se produce una sustitución, aunque en este caso, como digo, se trata de dar el relevo a un viejo conocido y ni mucho menos se resentiría esa ausencia.

De los teloneros, mucho escepticismo, me habían comentado cosas, pero hasta que no salieron a escena no pude comprobar el sonido que hacían. Banda neoyorkina, cuatro miembros, donde el liderazgo de la banda estaba claramente marcado en el señor de la voz y los teclados y en la parte de la guitarra.

Su sonido no me gustó, no os imaginéis un sonido americano, ni mucho menos, era una mezcla entre años ‘70 con algún aire progresivo que querían transmitir con los teclados, pero carentes de melodía, totalmente apartados del sonido clásico que nos aguardaría más tarde.

Media hora escasa creo que estuvieron sobre el escenario, un tiempo que pasó sin pena ni gloria. En ese momento pareció cobrar mejor entrada la sala y llegó a rozarse el lleno.

Apagón de luces y entrada de extraterrestres ¡UFO en acción! Arranque de concierto de sobra conocido con “Mother Mary”, sonido regular y algo acoplado que necesitaría ajustarse a partir de su segundo tema, “When Daylight Goes To Town”. El siguiente en caer fue una explosión de júbilo, “Let It Roll”, donde teníamos apuntándonos con su bajo y casi encima de nosotros al grandullón de Pete Way. una intro maravillosa a cargo de Vinnie Moore da paso a “I Am A Loser”, en esta canción Phil Mogg mostró su mayor derroche. Siguen con “This Kids” y su primera presentación de “The Monkey Puzzle”, comentado hace unos días en esta web. Continúan con el rockanrolero “Hard Being Me”, seguido de “Drink Too Much” donde hizo aparición la parte acústica de Vinnie Moore. El sonido de la guitarra fue horrible, no se ajustó adecuadamente y sonó bastante mal ese espacio de interpretación acústica. ¡Una lástima!

Se enderezó la cosa con “Fighting Man”. Phil Mogg y Pete Way no paraban de bromear, estaban felices y creo que todo el mal rollo de la noche anterior quería olvidarse y en muchas fases del concierto se evidenció. Clásico de clásicos: “Only You Can Rock Me”, con esta canción he levantado muchísimas veces el estado de ánimo y pasen los años que pasen sigue sonando formidablemente. “Baby Blue”, un temazo cargado de sensibilidad de su anterior álbum, con parón incluido de Phil Mogg a modo de coña, no creo que estuviera cargando oxígeno… ¿si hubiese sido ese el motivo estaríamos hablando de otra cosa? Probablemente, que si no llega a los registro habituales, que si está viejo, que si bla, bla, bla… No creo que sea así, más bien creo que se trató de un juego entre viejos amigos, con tablas y con muchas batallas a sus espaldas, quizás la de estas noches fueron otras a sumar ¡quien sabe!

Llegaría el mejor momento de la noche con “Love To Love”, interpretado magistralmente por todos y cada uno, aunque destacaría principalmente a Vinnie Moore, que pese a estar por debajo en cuanto a protagonismo se refiere respecto al anterior concierto que les estuve viendo en Aqualung allá por el 2004, rozó la perfección absoluta con esa prolongación de tema en su solo de guitarra y demostrando su gran personalidad de sobra demostrada en estos años que lleva en la formación.

“Too Hot To Handle” nos metería de nuevo en la fiesta para a su término hacer un pequeño parón y aparecer en escena tocando el ya clásico y archiconocido “Doctor, Doctor”, donde Phil Mogg llegó a perderse un tanto con la letra ¿en qué estaría pensando? “Rock Bottom”, otro temazo donde Pete Way nos acribillaría con su fusil. Despedida y cierre con su telón tan particular: “Shoot, Shoot”, nos haría despedirnos hasta que ellos quieran de nuevo regresar por nuestro país.

Quiero destacar que pudo ser un concierto inferior al anterior vivido en su gira del “You Are Here”, sobretodo el tiempo de duración, que fue algo rácano, hora y media, pero cabe destacar la profesionalidad de la banda después de tantos años juntos, tocando por locales diversos y conservando esas ganas de agradar.

Hacer mención a una pieza fundamental e infravalorada como es Paul Raymond, por su profesionalidad, cordura y por ser esa base rítmica fundamental de grupo, es merecedor de estos elogios. A Pete Way por su locura maravillosa, por su simpatía sobre el escenario, en todo momento estuvo pendiente de sus compañeros y no faltaron las muestras de cariño, ni su famoso “helicóptero” por el suelo. A Vinnie Moore por su maestría y por su calidad a las cuerdas, hoy por hoy es el sonido UFO y su adaptación de solos en los temas hacen que cree un sonido totalmente personal y actual (aunque algunos añoremos a Schenker). A Andy Parker por su buen hacer a la batería, distinto totalmente a Jason Bonham en pegada, pero sobrio y con veteranía. Finalmente a Phil Mogg por ese feeling tan personal en su voz y por seguir cantando con sentimiento.

Quiero dar las gracias a todos y cada uno de los músicos por esos minutos compartidos en la Gran Vía madrileña, por su simpatía y por la humildad mostrada. Y como no, a Monraymon por enseñarme un buen restaurante de pinchos y de vinos, algo que agradeció mi estómago.

¿Una nota negativa? Pues sí, me quedé sin mi tema favorito “Lights Out”.

¡¡Deseo y espero repetir esta invasión de extraterrestres!!

Texto y fotos: Carlos Guillén “DIOforever”