ABINAYA “Corps” (2009)

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abinaya_corpsBanda francesa, en concreto ubicada en París, que adopta su nombre de una palabra en sánscrito, Abinaya, que en castellano se podría traducir como transmitir. Nos envían su segundo disco, con canciones, de estilo Rock / Hard Rock & Metal y toques tribales, cantadas en francés.

El guitarrista y voz Igor Achard formó Abinaya alrededor de 1999, por aquella época había influencias de Blues en sus composiciones, incluyendo armónica y la percusión de Nicolas Héraud. Con el paso del tiempo el grupo fue añadiendo una vertiente más dura, editando su primer álbum en 2004. En ese año se incorporó el bajista brasileño Andréas Santo (procedente de los thrashers Empty Cross) y el batería Nicolas Vieilhomme (ex-Neriel, Apocalypse, Spleen).

“Corps” se grabó y mezcló por Kevin Pandele en el parisino Wavium Studio. Distribuyendo el disco Brennus Music y promocionándolo Replica Records y Two Side Moon Promotions.

Consistente, potente, con cuerpo, garra y grueso es el sonido de la guitarra de Igor, quien impone su ley en las canciones iniciales: “Corps”, “Enfant d´Orient” y “L´Homme Libre”, evocándome al sonido de ese joven que se dio a conocer en el disco “No Rest For The Wicked” de Ozzy Osbourne, consolidándose con “The Madman” y después con su banda, Black Label Society, hablo del rubiales Zakk Wylde. Esa contundencia en los temas tiene como contrapunto la voz de Igor, que es más bien melódica y al cantar en la suavidad del francés se hace aún más fuerte el contraste.

La base rítmica de Andréas y Nico no son meras comparsas de acompañamiento y tienen su peso en las composiciones, tanto la batería, utilizando incluso el doble bombo, como el bajo, percibiéndose y dejándose notar constantemente, como debe ser. La percusión de Nicolas Héraud le da su buen toque tribal, al estilo de los venezolanos afincados en Amsterdam Laberinto, o de los brasileños Sepultura o Soulfly.

“Regarder le Ciel” no tiene tanta distorsión en la guitarra como los tres primeros cortes, adoptando un sonido mecánico y un tanto industrial. Realmente prefiero los temas más cañeros frente a otros como el citado, o los que le siguen: “Algo Mais (Quelque Chose de Plus)”, donde alternan suavidad y melodía, cual cantautor, con ráfagas cañeras, que para nada es malo, es más tiene su atractivo, pero bajan la intensidad, y aún más el nivel del disco, al menos a mi parecer, con “Les Labels” (abierta por líneas de bajo) y “Testament” (en esta ocasión es la batería quien comienza).

Regresan a meter algo más de caña con los riffs guitarreros en “Les Chars de Police” (subiendo las revoluciones en su final), pasando a la tranquilidad de la relajante y bella balada “Partir Puis Revenir”, y a la poesía de Charles Baudelaire, de quien toman la letra de su “La Mort des Amants” para musicalizarla con influencias a lo Tool. “Résiste” está cargada de frenesí tribal y ecléctico.

Si no te supone ninguna barrera que se cante en el idioma que sea, en este caso francés, ni la mezcolanza del Rock, Hard Rock y Metal con sonidos tribales, Abinaya es una banda bastante interesante y con variadas composiciones.

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