ASFALTO – Sábado 4 de febrero de 2017, sala La Riviera (Madrid)

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Muchas circunstancias confluían para que este concierto fuera muy especial: Que un grupo nacional celebre su 45º aniversario ya es algo excepcional. Que lo haga en plena forma raya en lo increíble. Este es el caso de Asfalto, cuyo estado de salud es envidiable, como había demostrado recientemente en sus últimos conciertos. Además, el día anterior a este show en Madrid se había publicado su nuevo disco, “Crónicas de un tiempo raro”, demostrando que el grupo no está anclado en el pasado.

conciertos2017_asfalto_0402aPor si todo lo anterior no fuera suficiente, este concierto iba a ser grabado para la posteridad, para ser publicado como DVD en directo, el segundo de su carrera. Todo ello, acompañados de una serie de invitados de lujo que iban a dar el punto de exclusividad al concierto.

Con todos estos alicientes, el público respondió de forma abrumadora, agotando las entradas de la sala La Riviera varias semanas antes de la celebración del concierto. Para los que no conozcan el recinto, es un local de aforo amplio que muy pocas bandas nacionales son capaces de llenar.

Yo tampoco fui capaz de abstraerme a esa emoción. Son muchas las veces que he tenido oportunidad de ver a Asfalto en directo, pero también a mi me embargaba la sensación de estar ante una noche muy especial, así que con toda la ilusión me planté en la sala con mucha antelación. Una vez dentro, tuve oportunidad de saludar a muchos amigos, algunos venidos de puntos muy alejados de España para asistir a este concierto histórico.

conciertos2017_asfalto_0402bDías antes se había anunciado por las redes sociales que el concierto iba a empezar muy pronto. Y con puntualidad británica, a las 20:30 se apagaron las luces y la banda salió a escena. Uno a uno, los músicos fueron tomando posiciones en el escenario mientras por las pantallas de vídeo íbamos viendo imágenes de toda la historia de Asfalto, tocando una introducción a la que se iban sumando según entraban en escena: Nacho de Lucas (teclados), Arturo García (batería), Pablo Ruiz (bajo), Paul Castejón (guitarra y flauta) y, finalmente, Julio Castejón (guitarra, teclados y voz), bajo una ovación atronadora. Con todo el grupo ya en escena, arrancaron con “Déjalo así”, con el público volcado desde el primer minuto.

conciertos2017_asfalto_0402cEl mimo con el que estaba preparado el concierto daba sus frutos. Una puesta en escena elegante y bonita, un juego de luces muy vistoso, tres grandes pantallas de vídeo que estuvieron todo el concierto ofreciendo imágenes alegóricas a los temas que sonaban, un sonido pulcro y definido, rayando la perfección y unos músicos extraordinarios sobre las tablas.

Tras terminar el primer tema, Julio Castejón se dirigió al público agradeciendo su presencia. Visiblemente emocionado, demostraba que para él también era un concierto muy especial. Sus palabras de agradecimiento también incluyeron su vocación de ser un grupo vivo con ilusiones renovadas, muestra de lo cual pasaron a tocar el tema que da título a su nuevo disco, recientemente estrenado el día anterior. “Crónicas de un tiempo raro” generó expectación y el público lo escuchó atentamente, con poca participación ya que muy poca gente lo conocía en ese momento.

conciertos2017_asfalto_0402dTodo lo contrario ocurrió, evidentemente, con “Más que una intención”, siguiente tema en sonar y que es uno de los más aclamados en sus directos. Era el último de los temas que yo escuché desde el foso de fotógrafos, a un metro escaso de la posición de Julio Castejón. Quedé impresionado con cómo el público cantó este mítico tema, comprendiendo las sensaciones que le llenaban a Julio, quien me hizo un gesto cómplice haciendo ver lo impresionado que estaba de esta respuesta del público.

De nuevo volvieron al nuevo disco, del que hubo poca pero buena representación. Imagino que una fecha próxima habrá una presentación del disco como tal, pero esta noche obligaba a hacer un repaso a toda su historia. Este nuevo tema fue “Lluvia de abril”, un tema que tiene mucha fuerza y que fue escuchado con atención por el público.

conciertos2017_asfalto_0402ePronto iban a aparecer los invitados de la noche. Julio presentó un tema que históricamente no ha tenido mucha presencia en los conciertos de Asfalto como es “No es sólo amor”. El corazón me dio un vuelco al ver aparecer en el escenario a Richie Benítez, el extraordinario cantante que puso su voz en aquel disco “Corredor de fondo” y al cual yo nunca tuve la oportunidad de ver en concierto. Según palabras de Julio, Richie era el único miembro de la época clásica que no se había vuelto a subir a un escenario con Asfalto. Richie mostró que el estado de su voz es impecable, potente y bien modulada, trasladándonos a aquel año 1986 cuando se grabó el disco.

Afortunadamente, Richie no vino desde Mallorca para hacer un solo tema. Para mi alborozo (y el de la mayoría de los presentes), hicieron un “Prisionera enmarcada” que fue eso: para enmarcar. Emocionante, inmensa, para mi fue uno de los momentos de la noche. Richie Benítez se despidió del grupo y del público, recibiendo una gran ovación y el cariño del público.

conciertos2017_asfalto_0402fEl concierto continuó con “No estás solo”, rescatado del disco “Al otro lado”. El tema, perteneciente a una de las etapas más progresivas de Asfalto, sonó enérgico y contundente. A estas alturas, la banda que acompaña a Julio tiene más que demostrada su valía. Nacho de Lucas, cuyos teclados tienen mucha presencia en este tema, mostró su gran talento. Lo mismo podemos decir de la impresionante base rítmica formada por Pablo Ruiz y Arturo García (sin desmerecer a nadie, el mejor batería que jamás ha pasado por Asfalto). Y como mano derecha de Julio, su hijo Paul, un brillante músico muy versátil que además de ser un gran guitarrista, también tocó la flauta y apoyó con sus coros en buena parte del concierto.

conciertos2017_asfalto_0402gDe la energía de “No estás solo” pasamos al buen gusto de “Molinos de viento”, de aquel maravilloso disco que fue “El planeta de los locos” y que no todo el mundo conoce. Tierno y emotivo, nos puso el corazón en un puño.

El segundo invitado de la noche tenía mucho que ver con la historia de Asfalto. Con la prehistoria, podríamos decir. Mario del Olmo perteneció a la primigenia época en que la banda aún se llamaba Tickets, e incluso de su mente salió el nombre de “Asfalto” para el grupo. La emoción y la complicidad de Julio al presentarle eran contagiosas. Con él tocaron un viejo tema que fue cara B en el primer single que Asfalto salió al mercado en 1972. Aquel single, que en la cara A traía un tema llamado “Jenny”, contenía este “Razones” que nos transportó al pop-rock primigenio de los primeros años ’70. Todo un homenaje a los seguidores más antiguos de la banda.

Siguiendo con este espíritu, cuando Mario del Olmo salió del escenario le sustituyeron tres iconos de la música española de los ’70: Cánovas, Adolfo, y Guzmán. Junto a Rodrigo, ausente en el concierto, fueron en su día la réplica hispana a Crosby, Stills, Nash & Young. Salvo José María Guzmán, al que he tenido la oportunidad de ver en alguna ocasión junto a Sherpa y también en el musical “We Will Rock You” en el que tenía un destacado papel, no había tenido nunca ocasión de ver a Cánovas y a Adolfo, y mucho menos juntos. Su juego de voces es legendario, y por lo que pudimos ver esta noche, aún lo mantienen. Para disfrute de los espectadores más veteranos, cantaron uno de sus mayores éxitos, “Señora azul”, acompañados por la voz de Julio Castejón. Realmente emocionante. Al término, cantaron también una canción del repertorio de Asfalto, “No se puede volar”, que a cuatro voces fue un lujo que pocas veces se podrá repetir. Pelos como escarpias.

Los tres veteranos músicos se despidieron con una sonora ovación, y el concierto continuó con “Miedo”. Rockera y contundente, supuso un fuerte contraste con los temas interpretados anteriormente. Tanto es así que Julio terminó con la lengua fuera, como bien reconoció al término de la canción.

El siguiente invitado fue el más esperado por muchos de los presentes. John Heliwell, mítico saxofonista de Supertramp, interviene en el nuevo disco de Asfalto, en un tema llamado “Melani” cuya letra es una denuncia a la violencia de género. El tema suena mucho a Supertramp, así que Heliwell estaba como pez en el agua. Además de su talento, John Heliwell demostró tener carisma y una gran simpatía. En este tema apareció también Ángel Belinchón, cantante de los castellonenses Dry River, haciendo coros en la parte trasera del escenario. Como homenaje a John Heliwell, Asfalto tocó parte del mítico “School” de Supertramp, desde el puente central hasta el final, con la voz solista de Ángel Belinchón y una interpretación grandiosa de, sobre todo, Arturo García y Nacho de Lucas.

Otra ovación de gala despidió a John Heliwell y Ángel Belinchón, que se fue con el reconocimiento público de Julio Castejón a su banda Dry River, uno de los mejores grupos que han salido últimamente en nuestro país.

conciertos2017_asfalto_0402jEl concierto continuó con “La batalla”, un tema habitualmente muy apreciado por el público, como lo son todos los que se incluyeron en aquel gran disco llamado “Más que una intención”.

El siguiente invitado de la noche fue Manolo García, líder de El Último de la Fila. Un músico que nunca ha ocultado su admiración por Asfalto y que se había mostrado muy ilusionado por colaborar con este concierto. Y ya que especialmente había mostrado su preferencia por el primer disco de Asfalto, reservaron para su participación el tema “Todos los días”, de aquel disco debut. Sinceramente, para mi fue una decepción. Manolo García no se había preparado el tema y no tenía claro donde entrar ni por donde iba en ningún momento. Julio Castejón tuvo que salvar su participación, apoyándole más de lo previsto. Siendo un tema que todo el público se sabía al dedillo, este fallo fue muy evidente.

Tras este tema, Julio le animó a cantar otro tema del primer disco, que en teoría se sabía de memoria. Un diálogo previamente preparado que incluía la presentación de una nueva invitada: Aurora Beltrán, de Tahúres Zurdos. Y con ambos tocaron el tema mítico por excelencia de la historia de Asfalto: “Días de Escuela”. En él, Manolo García se vio ampliamente superado por Aurora Beltrán, quien salió, vio y venció. Extraordinaria, ella sí supo comerse el escenario y aportar su voz a este tema mítico, por otra parte cantado a voz en grito por todos los presentes. Si bien Manolo García pasó sin pena ni gloria por el concierto, Aurora Beltrán se ganó el respeto de todos los presentes. Impresionante.

Manolo García se despidió del público y Aurora Beltrán permaneció en el concierto para cantar junto a Asfalto “La danza de los sin techo”, un precioso tema incluido en “El color de lo invisible”. Una balada tierna y emotiva que nos puso los pelos de punta.

Siguiendo con el espíritu emotivo, Aurora Beltrán dio el relevo a Enrique Villarreal “El Drogas”, quien cantó “Rocinante” con mucho mérito, cantando este clásico una octava por debajo para adaptarla a su peculiar voz.

Podríamos decir que el tema fue cantado a dos voces, por “El Drogas” y Julio Castejón, pero la realidad fue que fueron 2.000 las voces que cantaron el tema, por la pasión con la que el público cantó este pedazo de la historia del rock nacional.

Siguiendo con los clásicos, el eterno “Capitán Trueno” tuvo como invitado a José Carlos Molina, que fue recibido con el reconocimiento de Julio Castejón. Vistos los últimos conciertos de Ñu, José Carlos Molina está en una forma impresionante y así le vimos en también en este concierto, aunque Julio le tuvo que echar un capote en alguna de las estrofas. Aún así, José Carlos se llevó el reconocimiento de los presentes.

Al final del tema, todos los músicos desaparecieron del escenario sin despedirse, lo que indicaba que saldrían pronto a hacer algunos bises. En efecto, pronto volvieron a escena. Julio Castejón los presentó uno a uno, se hicieron la foto habitual y retomaron sus puestos para hacer “Es nuestro momento”, otro de los temas inevitables.

Había llegado el momento final. Julio tomó la palabra y habló de sus tres hijos. Uno de ellos es parte crucial en los actuales Asfalto, el segundo no se dedica a la música aunque se llevó unas tiernas palabras de su padre, y el mayor, Enrique, fue invitado a subir a escena para tocar este último tema. También invitó a todos los músicos que habían colaborado en el concierto, y con el escenario lleno de estrellas, la noche finalizó con “Ser urbano”, en un emocionante fin de fiesta que nos dejó una imagen imborrable.

El concierto culminó todas mis expectativas. Asistí a una noche muy especial, de las que no se olvidan nunca. Espero de corazón que el prometido DVD vea pronto la luz. A poco que transmita las sensaciones que allí vivimos, será un documento imprescindible para cualquier aficionado al rock que se precie.

Sólo me queda decir GRACIAS por las sensaciones que nos hicisteis vivir. Asfalto está más vivo que nunca

Texto y fotos: Santi Fernández «Shan Tee»