LIZZIES + AMULET – Viernes 28 de octubre de 2016, Sala Bóveda (Barcelona)

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Conversación telefónica unas semanas antes del concierto:

– “Oye tío, que vienen las Lizzies a tocar a BCN”

– “¿Dónde?

– “A Bóveda. Si pillamos las entradas anticipadas por internet nos salen a 8€. ¿Vamos?”

– “¡Vamos! ¿Vienen sólo ellas o alguien más?”

– “Vienen con unos de Londres que se llaman Amulet. No los conozco. ¿Te suenan?”

– “Ni idea.”

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Más o menos esta es la transcripción “libre” de cómo fue que el pasado viernes 28 acabé yendo a pasar un buen rato en este concierto de las madrileñas y los londinenses.

Cuando voy a algún concierto donde no conozco a alguno de quienes tocan, a veces rebusco por internet info del grupo e intento escuchar algo por youtube, pero otras veces prefiero ir totalmente a ciegas para ver qué tal es la sorpresa que me espera. Fue esta la opción que escogí para los Amulet, de quienes (hasta ese día) no conocía nada.

Quedamos a las 20.45 Albert, Dani y yo en la salida de Llacuna. Birra de lata rápida y para Bóveda en menos de diez minutos. Piti en el exterior, entramos y… ¿¡no hay nadie!? Bueno, tal vez tres o cuatro personas más. Nos pedimos un litro para ir entrando en calor y al poco llegó Cris, la que faltaba de “la colla”.

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Finalmente, hacia las 21:20 salen los Amulet a tocar y… ¿habíamos viajado a 1981? ¿Estábamos en un pub londinense en plena explosión de la NWOBHM? No, estábamos en Barcelona a finales de 2016 aunque lo que se veía y oía en el escenario perfectamente podría haber sido una banda de aquellos tiempos. Amulet tocan un heavy que basa su patrón musical en un (casi diría homenaje) estilo que tuvo su auge en aquellos primeros años ‘80.

Vi en ellos mucho de los Maiden de la época Di’Anno, de los Mercyful Fate, riffs muy “sabbathianos” y, al fin y al cabo, actitud y buenas canciones. He de decir que me gustaron y los disfruté. Tanto que al final del concierto me compré un par de singles que tenían ahí a la venta y que muy amablemente me firmaron.

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Llegó el turno de las Lizzies. En ese momento la sala ya tenía más ambiente pero no creo que fuésemos más de 40 ó 50 personas en total. Las Lizzies salieron con ganas, “encantadas de venir a tocar a la periferia” y arrancaron el concierto de presentación de su primer LP “Good Luck”.

conciertos2016_lizzies_2811aHe de decir que las 2 ó 3 primeras canciones las tocaron a un ritmo bastante más elevado de lo que podemos escuchar en el disco. No sé si ese acelerón tenía que ver con nervios, con subidón de adrenalina o con ambas cosas pero no fui el único que notó ese tempo acelerado.

El concierto en sí, que ya empezó bien, fue a más y el escaso público participando y disfrutando del show. La actitud de las chicas fue estupenda, con ganas y con la sonrisa puesta durante todas las canciones que fueron tocando, tanto las de “Good Luck” como, también, algunas de su EP previo (del que ya no les quedan copias y me quedé sin poderme llevar a casa).

conciertos2016_lizzies_2811d“Viper”, “Night In Tokyo” o “Russian Roulette” fueron de las canciones que mejor respuesta tuvieron y que el grupo agradecía. Elena, gran front-woman, no perdió la sonrisa ni cuando el gilipollas de turno le tiró un vaso a la cara. Era de plástico y ya estaba vacío pero da igual. ¿Por qué tan a menudo tiene que haber un imbécil haciendo el capullo? Sé de uno que se quedó con ganas de partirle la cara y es que, de verdad, era para darle de hostias. Antes de que acabase el concierto echaron al especimen de la sala. Bien hecho.

El espectáculo llegó a su fin, no sin volver para despedirse con “Speed On The Road”, tema que sonó genial y que todos los presentes cantamos y bailamos desde el foso. Aplausos finales y para afuera.

Ahí estaban Amulet y Lizzies vendiendo discos, parches, posters, firmando y haciendose fotos con la peña. Qué queréis que os diga, me encanta ver esas cosas al final de los conciertos. En la calle estaba el tonto de la clase, preguntándose por qué le habían echado del concierto… fuimos unos cuantos quienes le recriminamos su estupidez y, por lo que oí, no era la primera vez que lo expulsaban de un concierto. No hace falta añadir nada más al respecto.

Nosotros, contentos con el doble concierto que habíamos presenciado y comentando las mejores jugadas, nos fuimos a cenar un bocata, a tomar unas birras en el Pepe Bar y a prolongar un rato más una excelente noche de heavy metal.

¡Hasta la próxima!

Texto: Jebimetal

Fotos: Daniel Huezo