FATES WARNING – Jueves 22 de noviembre de 2007, sala Copérnico (Madrid)

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Cinco días después de mi estancia en la capital del país para asistir al “I Pounding Metal Fest” había que regresar a toda costa a Madrid. ¿La razón?, la primera visita a España de una de las bandas pioneras del Heavy Metal Progresivo con veinticinco años a sus espaldas. Así que había que cambiar el turno en el trabajo y darse la paliza viajando, una vez más, el mismo día del concierto a Madrid. Pero como otras veces, el viaje mereció mucho la pena.

Hay que agradecer a la promotora Frontline que de nuevo se la jugara y trajera al país otra banda que apenas tiene tirón por estos lares. Y es una pena que semanas antes Dream Theater y Symphony X (grupos que puedes ver cada dos por tres por nuestro país) vendían un montón de entradas para su concierto en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, y en cambio la banda del guitarrista Jim Matheos (único miembro original que queda desde 1982), influencia de esos dos grupos, reunía en la capital a menos de 100 personas, bastantes de fuera de la Madrid, como comprobamos hablando con peña de Euskadi, el malacitano Fran (Invaders, Twilight) y su novia… Vale que el concierto era un jueves, pero no creo que se hubiera incrementado en demasía el aforo aunque hubiese sido en sábado. Está comprobado que muchas veces los pioneros en un estilo no tienen el reconocimiento ni seguimiento que deberían.

Los norteamericanos hacían una gira por Europa tocando en varias ciudades de Holanda y Alemania, en Atenas (Grecia), Londres (Reino Unido) y las dos españolas (Madrid y Barcelona). En las cuatro fechas por Alemania estuvieron acompañados por los noruegos Pagan´s Mind, aquí nadie tuvo el honor de abrir para ellos.

Faltando tan sólo cinco minutos para las 22 h. empezaba a sonar la introducción “Disconnected Pt. 1”, del gran disco “Disconnected” (Metal Blade Records, 2000), saliendo a oscuras en primer lugar el baterista Bobby Jarzombek (Painmuseum, Halford, ex-Sebastian Bach, Riot, Juggernaut…), el guitarrista Frank Aresti (de nuevo girando con la banda desde el 2003), el bajista Joey Vera (Armored Saint, Engine, O.S.I., Seven Witches, ex-Anthrax…), y el guitarrista Jim Matheos (O.S.I.), comenzando con el maravilloso “One”, del penúltimo álbum en estudio, saliendo al rato el vocalista Ray Alder (Engine, Redemption, ex–Syrus), que lleva en la banda desde el disco “No Exit” (Metal Blade Records, 1988). Un inicio magistral con una de las mejores composiciones de los norteamericanos en los últimos años. Alder saludaba con un ¡Hola, Madrid! durante el tema, haciendo los coros el hijo pródigo, Aresti. Si en el disco el trabajo a la batería de Mark Zonder es fabuloso, el técnico de Jarzombek no se queda atrás en directo.

Sin descanso, enlazan con “A Pleasant Shade Of Gray Part III”, con algunos toques de sonido moderno. Ya Alder se despojaba del gorro de lana con el que había salido, y el bajista Vera realizaba coros. A la tercera parte del “A Pleasant Shade Of Gray” (Massacre Records, 1997), unen con el comienzo suave de “A Pleasant Shade Of Gray Part IV”, y donde el vocalista abandona por un momento las tablas durante la parte instrumental.

Alder, que ya no tiene la voz como antaño, aunque cumplió de sobras, volvía a saludar y agradecer, diciendo que era la primera vez en nuestro país… y pasar a tocar un tema del último disco, “FWX” (Metal Blade Records, 2004), “Another Perfect Day”, con algún pequeño problema en el bombo de la batería que sobre la marcha solucionaba un roadie. Al relajado tema le sucedió sin respiro “Life In Still Water”, de otro de sus grandes discos “Parallels” (Metal Blade Records, 1991), sonando soberbia, y de nuevo apoyando Aresti a los coros.

“Island In The Stream”, primer tema (de dos) que tocaron del “Inside Out” (Metal Blade, 1994), de comienzo sosegado para después sonar potente, intercalándose los solos Aresti, de nuevo a los coros, y Matheos.

Más agradecimientos ante los aplausos y gritos de aprobación de la peña, que aunque éramos pocos respondíamos con entusiasmo, para enlazar con la cañera y dinámica “A Pleasant Shade Of Gray Part VII”. Vera animó a la peña en la recta final, respondiendo con gritos al ritmo del temazo. Volviendo a demostrar el baterista su pegada y técnica.

Gran ovación, y es que como comento, éramos pocos pero buenos. Acompañamos con palmas el comienzo tranquilo de la maravillosa “The Eleventh Hour”, acompañando luego con cánticos la parte potente, dirigiendo al público el micrófono Alder, y el gran Joey Vera, golpeándose su pecho y sonriendo. Primera vez que veía al bajista en vivo, encantándome su trabajo y manera de tocar. Así como resaltar su buen feeling con el público, en contra del maestro Matheos, totalmente en su mundo.

De nuevo Alder daba las gracias y seguían sin parar con la que le sigue (a la anterior) en el disco “Parallels”, la buenísima “Point Of View”, mirando cara a cara en el comienzo Vera a Jarzombek.

¡Gracias! Thank you very much!, decía Alder, y cambiaban de guitarra y bajo Matheos y Vera, respectivamente, para hacer “Still Remains”, con esa parte instrumental grandiosa, donde Alder volvió a dejar las tablas, y fueron coreadas las líneas de bajo. Para no borrar de la memoria ver a Matheos punteando, con poca luz, a un metro de nuestras narices, y luego los dos guitarristas punteando melódicamente en el centro del escenario.

La peña gritando una y otra vez ¡Fates, Fates….!, volviendo a cambiar de instrumentos Matheos y Vera para pasar a realizar la poderosa “Stranger (With A Familiar Face)”, enlazada a “A Pleasant Shade Of Gray Part XI”, con unos bestiales zambombazos de Jarzombek.

Eran las 23.07 h. y abandonaban el escenario, a lo que rápidamente comenzábamos a gritar y dar cánticos para que volvieran a salir, cosa que hicieron al poco tiempo y me sorprendían con “Silent cries”, del cuarto disco de la banda (y primero de Alder). Luego la reposada “Eye To Eye”, dejando fuera “Nothing Left To Say” del “Perfect Symmetry” (Metal Blade Records, 1989), y concluir con la gran “Monument”, con palmas y gritos acompañando en su comienzo, con los guitarristas cara a cara en el centro del entarimado durante la parte instrumental, y luego Aresti jugando con los platos de la batería. Metiendo ruido descontrolado para finalizar y un ¡muchas gracias, Madrid! Sublime final de concierto. Las 23.24 h. y los músicos chocando las manos.

Injusto que no tocaran la versión “In Trance” de Scorpions, que tenían anotada en el listado de temas. Al igual que no hubiera puesto de material de la banda.

Puede que no volvamos a ver por España a este grupazo compuesto por enormes músicos. Quizás los seguidores medios del Metal en España no estén preparados para deleitarse con composiciones magistrales. Una enorme lástima.

Texto y fotos: Starbreaker