Editorial Marzo 2016: “Flashback»

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editorial_marzo2016Este mes de marzo hará exactamente 10 años que descubrí esta página web. Tú, que estás leyendo esto, a la fuerza la has tenido que descubrir también en algún momento: ya sea por una amistad, por Facebook o por Twitter, por alguien que nos enlaza, etcétera. Las opciones son múltiples ahora, pero en 2006, cuando yo entré por primera vez en The Sentinel, lo hice como se hacía prácticamente todo en aquel entonces: por Google. Recuerdo el viejo módem de 56k y sus ruiditos, las interminables noches con el eMule descargando archivos, hablar con Shan Tee por Messenger o participar en el foro de debate con un montón de melómanos empedernidos. Y recuerdo que entré aquí buscando cuál era el mejor disco de Judas Priest. La sensacional reseña del “Screaming for Vengeance” (1982) de Alvar de Flack me convenció de que el disco del aguilucho valía mucho la pena. Y así, mientras sonaban los riffs de Tipton/Downing en mi reproductor, me paseé por aquella web negra y naranja sin publicidad alguna.

Diez años dan para mucho. Para empezar, Titpon y Downing ya no son aquella pareja inseparable de guitarristas; los módems de 56k están ahora en los museos junto con muchas tiendas de discos (por el contrario, los vinilos han salido de su vitrina y se compran y venden a mansalva); Facebook se ha comido a los foros de debate, y Youtube ha engordado mucho; mi viejo discman ya no funciona, y por el camino hemos perdido a genios como Ronnie James Dio, Peter Steele, Jeff Hanneman, Lemmy Kilmister o David Bowie. Sin embargo, si exceptuamos el cambio de diseño, The Sentinel ha sufrido escasas alteraciones desde entonces. Esencialmente, sigue siendo una web hecha por amor al arte y una auténtica enciclopedia en la que muchísima gente ha ido poniendo su granito de arena.

Tanto Shan Tee como yo mismo nos esforzamos por reseñar y escribir de forma clara, sobria, respetuosa e intentando ser lúcidos y equitativos con las bandas. No obstante, recuerdo que una de las cosas que más me chocaron de The Sentinel en 2006 fue su espontaneidad, el humor de muchos de sus redactores y sus declaradas preferencias (por Judas Priest en primer lugar, pero también por Led Zeppelin, Asfalto, Neil Young o Rush). Recuerdo las comparaciones culinarias, los posts en el foro sobre fútbol, los “mejores del año” de los lectores, las biografías de grupos, el libro de visitas, las reseñas bilingües (sí, we speak English), las discusiones sobre la ley del tabaco, las felicitaciones para los lectores que tuvieron hijos, los gifs animados de cada sección, el nuevo uso que se dio a la palabra “copla”, las dudas informáticas y muchas otras batallitas de abuelo que me guardo para mí.

Me gusta pensar que The Sentinel ha evolucionado manteniendo vivos sus orígenes. Tanto Shan Tee como yo, por ejemplo, somos unos fans acérrimos de Judas Priest, el requisito indispensable para escribir aquí. Pero, pensándolo mejor, el grupo que mejor define a The Sentinel son los canadienses Rush. En 1981 sacaron su single “Tom Sawyer”, una canción impresionante que parece hablar de nosotros, de los centinelas habidos y por haber. No me puedo estar de citar una estrofa particularmente inspirada, y que encaja muy bien con nuestra web:

Though his mind is not for rent

Don’t put him down as arrogant

His reserve, a quiet defense

Riding out the day’s events.

Indudablemente, los centinelas tenemos algo de Tom Sawyer. Y esperamos conservar nuestra esencia muchos años más. Contigo como lector, no me cabe la menor duda de que tenemos camino para rato.

Jaume “MrBison”