Ya tenemos en marcha otra edición del concurso de Karaoke televisivo llamado “La Voz”. Vaya por delante que nunca me han gustado este tipo de programas. Ni “La Voz” ni “Operación Triunfo” ni ningún otro programa igual con distinto nombre me parece que pueden satisfacer al verdadero amante de la música. En este tipo de “Talent Shows”, los participantes (muy buenos en su gran mayoría, hay que reconocerlo) deben olvidarse de su dignidad como músicos para adaptarse a este formato televisivo de gran audiencia. No sólo deben cantar los temas que les imponen, sino que estos han sido recortados sin piedad para acortar su minutaje y que la música no le quite tiempo al tiempo de charla de los “coaches” y demás parafernalia televisiva.
Las pocas veces que me he puesto delante de la pantalla para ver algo de este programa han sido con el reclamo de poder ver a alguno de nuestros artistas, refiriéndome como “nuestros” a los venidos del mundo del rock. Al final, la cabra tira al monte y a falta de programas de música en la televisión, hasta nos hace ilusión ver a uno de los “nuestros” cantando en la tele.
El año pasado, como todo el mundo sabrá, este programa-concurso dio como ganador a Rafa Blas, por entonces cantante de Nocturnia, a los que no tardó en abandonar para comenzar su carrera en solitario e intentar aprovechar el tirón por haber ganado “La Voz”. Su experiencia nos dice que tampoco es que se haya comido el mundo, aunque ya ha sacado dos discos y ha dado conciertos con más público que el habitual en Nocturnia.
En esta edición, quizás por el reclamo de la victoria de Rafa Blas o porque es una buena forma de, al menos por un tiempo, darse a conocer en uno de los programas de mayor audiencia de la televisión, no han sido pocos los cantantes de rock que han probado suerte en el programa. Entre ellos, algunas excelentes voces que dejarían pálido a cualquiera de los coaches del jurado, ni siquiera han pasado la fase de casting. Otros sí lo han conseguido.
Avisado por el propio protagonista, en una de las audiciones a ciegas me puse delante del televisor para ver cómo se desenvolvía Toni Menguiano en este ambiente. Toni lleva una dilatada carrera en el mundo del rock, desde Golden Farm hasta el grupo de versiones Los Parpel, pasando por el espléndido proyecto Neomenia y las giras como cantante de apoyo en Mago de Oz. Hace pocas semanas coincidí con Toni en el concierto de Local 9, cuando subió al escenario para hacer una impresionante versión de “Mistreated” junto al grupo valenciano y me contó su participación en “La Voz”.
Antes de que Toni apareciera en pantalla, otro conocido cantante rockero apareció sin que yo lo esperara. Ahí estaba Javier Alcón, cantante que estuvo con Javier Mira en el grupo Vudú y que ha tenido, entre otros, un grupo de versiones de AC/DC llamado AC/NÉ. Javier Alcón no fue elegido, por lo que su intento quedó en esos 5 minutos que le brindó el programa, entre su canción y sus opiniones. Toni Menguiano sí fue elegido, con un tema de Seal poco apropiado a sus grandes facultades.
Es una pena que en una época en la que no existen programas musicales en televisión, o los que hay están relegados a horarios muy alejados del “prime time”, este tipo de programas-karaoke-concurso sean la única alternativa para poder escuchar música en directo en la pequeña pantalla. Son las luces y las sombras de la televisión y gestión de la masa de tele-espectadores. Unos televidentes que acuden en forma masiva a ver un programa en el que unos desconocidos cantan canciones mutiladas de Seal, John Newman o AC/DC, pero que no se plantarían frente al televisor para ver cómo los propios artistas originales cantarían estas mismas canciones.
Soy rockero y del Atleti, así que estoy acostumbrado a ir a contracorriente. Prefiero un artista original que una copia en un karaoke. Creo que la música en directo debe escucharse en una sala de conciertos y ese es mi hábitat natural. Así que seguiré mi camino aunque, de vez en cuando, me asomaré a este concurso para ver como uno de los “nuestros” se bate el cobre en este circo que es la televisión.
Santi Fernández «Shan Tee»