La carrera de Valentín del Moral, alias “Chino”, siempre quedará ligada al primer disco de Banzai. Su participación en aquel disco le confirió notoriedad a nivel nacional, ya que aquel trabajo, editado en 1983, es una de las piedras angulares del hard rock de los ’80 y referencia obligada para entender la época más fructífera del rock español.

Con sólo un disco en la calle, Banzai se presentaba como una de las bandas más prometedoras de la época. Sin embargo, para el segundo disco, Salvador Domínguez decidió renovar a toda la banda, excepto al bajista Tibu. Ni Larry Martín (batería comprometido contractualmente con Guadalquivir), ni Snoopy (teclista) ni el “Chino” tendrían cabida en la nueva formación, más orientada al mercado internacional, según el gusto de Salvador, líder del proyecto, quien no estaba de acuerdo con la imagen visual que ofrecía el “Chino”, propiciando su sustitución por José Antonio Manzano.

Para la historia quedó aquel primer disco de Banzai. Callejero y directo, el disco caló hondo entre al rockerío de la época, quienes nos aprendimos cada uno de aquellos temas, prendados por la voz cercana y de barrio que nos ofrecía el “Chino”.

Tras su salida de Banzai, el “Chino” hizo varios intentos de volver a la primera línea del rock, con los grupos Esfinge y DC10. Al ver que estos proyectos no consiguieron despegar, Valentín empezó su propia carrera en solitario como “Chino Banzai”, utilizando como reclamo el nombre que le había dado fama en el rock nacional. Tras una aparición en festival Leyendas del Rock en el que se presentaba como tributo a aquel histórico primer disco de Banzai, con el tiempo ha hecho esporádicas actuaciones con ese nombre, siempre con la promesa de que su carrera arrancaría con un nuevo trabajo.

“Gatos de la ciudad” es el cumplimiento de esa promesa. Bajo el nombre único de “Chino”, dejando atrás la coletilla de “Banzai” (acertada decisión, en mi opinión), por fin tenemos nuevos temas para valorar su actualidad y dejar de juzgarle por su pasado. Para ello se ha rodeado de músicos conocidos en la escena madrileña como Miguel Ángel López “Cachorro” (guitarra), siempre inmerso en mil proyectos, José María Castañón “Casta” (guitarra – Peatón Crusoe, ex Punto de Mira), Miguel Corbacho “Micky” (bajo – ex Punto de Mira) y Teo Suazo (batería – Leyenda Rural, ex Punto de Mira)

En las primeras escuchas de este disco, el sentimiento que me invadió es de cierta decepción. Sinceramente, me esperaba más. Después me di cuenta que estaba siendo injusto, ya que mi subconsciente esperaba recibir un efecto parecido a aquel primer disco de Banzai, un espejo excesivo que ponía el listón demasiado alto para este trabajo, que queda bastante lejos de aquello. Al fin y al cabo, han pasado más de 30 años, y aquel disco forma parte de la historia del rock español.

Sin esa exigente premisa, “Gatos de la ciudad” es de los discos que se dejan escuchar. 10 temas de hard rock ochentero, de estructura simple (a veces demasiado) y de inspiración irregular, con temas atractivos bastante interesantes que se alternan con otros más tediosos.

Entre los más atrayentes se encuentran los dos temas lentos que aparecen de forma consecutiva: “El color de la verdad” y “Balas de hierro”, dos baladas rockeras con mucho sentimiento. También tenemos dos temas de rock and roll rápido y ligero (“No le pares” y “Vamos corre”), la ochentera “Gatos” y el final del disco con “Luna rota”, en mi opinión el mejor tema de este trabajo y el que más se ha quedado incrustado en mi cabeza.

Otra expectativa provocada por aquel lejano disco de Banzai es el apartado letrístico. En esta ocasión tenemos textos para todos los gustos: desde el tópico alegato grupal de “Lucharemos” hasta textos muy interesantes como “Sombras”, hablando de los celos, y “Chino Banzai”, en la que Valentín se desahoga por su traumática salida de Banzai hace 3 décadas.

La banda que acompaña cumple bien su cometido. Son músicos con mucha experiencia que dominan sus instrumentos, llevando a buen puerto estos temas, por otro lado poco exigentes desde el punto de vista técnico. Entre ellos me ha gustado especialmente la batería de Teo Suazo, impecable en todo el disco. Además de bien tratada en la mezcla, Teo está brillante en todo momento, haciendo un par de guiños a Iron Maiden y Twisted Sister en el inicio de “Lucharemos” y “Luna rota”, respectivamente.

Todos los que vivimos con pasión el rock español en los ’80 echábamos de menos la vuelta del “Chino”. Sus esporádicos conciertos no eran suficiente, y ya teníamos ganas de ver sus nuevas canciones plasmadas en un nuevo disco.  En mi opinión “Gatos de la ciudad” no ha colmado las expectativas que yo tenía, pero espero que sea sólo el comienzo de una nueva etapa que nos traiga más entregas en un futuro cercano.

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Santi Fernández «Shan Tee»