DE REGRESO AL “SNAKEPIT”

En un intento de recuperar la energía de momentos inolvidables del pasado, hemos echado un vistazo al archivo de crónicas de antiguos conciertos y nos hemos topado con estas dos críticas de los shows que dieron Metallica en Barcelona y Madrid en noviembre de 1992 y junio de 1993 respectivamente. Publicadas originalmente en el fanzine Erukto por esas mismas fechas, hemos incluido aquí una revisión de las mismas con el fin de transmitir la relevancia de aquellas giras que encumbraron a Metallica en lo más alto del panorama metálico. Más que un ejercicio de nostalgia es un trabajo de documentación que pretende ofreceros lo que fue un tour ya considerado histórico tal y como se desarrolló en aquel lugar y tiempo en palabras de quienes lo vivimos en primera persona. Esperamos que lo disfrutéis y que os agrade la iniciativa.

Palau Sant Jordi, Barcelona

Jueves, 12 de noviembre de 1992

Metallica volvieron a meterse en los bolsillos al público barcelonés y de otros puntos de España con un concierto demoledor que duró más de tres horas y que nunca olvidaremos todos los que pudimos ver y flipar con la descarga del cuarteto.

El concierto comenzó sobre las 21:20, con un vídeo de treinta minutos de duración en el que se recogían imágenes de su actual gira, entrevistas, vídeo-clips, tomas de la peña que asistió al evento y un pequeño homenaje a Cliff Burton. Metallica aparecían de vez en cuando en directo desde el backstage hablando un poco en castellano (memorable la frase de Hammet, “Mi casa es tu boca”, que después quedó aclarada para cachondeo de la gente) y vacilando con la peña.

El concierto arrancó con la ya habitual música de la película “El bueno, el feo y el malo”, que dio paso a “Enter sandman”, con explosión incluida (como podéis observar en la foto que hemos colocado), lo cual hizo que la reacción del público fuera aún mayor. A “Enter” le siguieron “Creeping death” y “Harvester of sorrow” casi sin respiro; tocaron todos sus medios tiempos como “Welcome home”, “The unforgiven”, “Nothing else matters”, “Fade to black” y “One” (estas dos últimas con unos buenos efectos visuales a base de pirotecnia que te ponía los huevos de corbata).

El repertorio fue variado, tocando los viejos temas como “Seek & destroy”, “Whiplash”, “For whom the bells toll”, la primera parte de “Master of puppets” y un medley de “...And justice for all”. Del último disco tocaron “Sad but true”, “Wherever I may roam”, “Through the never” y las ya citadas “Enter”, “Nothing” y “Unforgiven”. En cuanto a los solos, Jason “the boss” Newsted se hizo la intro de “My friend of misery” más su respectivo solo con la colaboración del respetable. A este se unió Kirk “perilla” Hammet y los dos juntos tocaron un fragmento de “Dazed and confused” de Led Zeppelin para luego quedarse solo el guitarra solista e interpretar la vacilona música de “La hora de Alfred Hitchcock”.

Como bises eligieron “Nothing”, “Last caress”, “Am I evil”, “Battery”, “One”, el comienzo de “Fight fire with fire” (dejando a nuestro amigo Pablo a medio pogo) y, ya por último y a insistencia de la peña, “Stone cold crazy” de Queen.

Hay que destacar la buenísima conexión entre público y grupo, factor decisivo para que el concierto resultara apoteósico, y el buen rollo de James Hetfield y Lars Ulrich, los más comunicativos de la banda. Tampoco olvidemos “la cremà” que se pegaron los de seguridad y los que estábamos en primera fila. Era tan ganso como para asarte unos pinchos morunos a distancia.

 

Texto original (Erukto’zine, 1992): J. Carlos Sánchez

Revisión: J. A. Puerta

 

Estadio del Rayo Vallecano, Madrid

Viernes, 18 de junio de 1993

Hay mucho que agradecer a quien se le ocurrió la idea de colocar en primer lugar del cartel a The Cult; más que nada porque de los tres grupos que actuaban era el único que hacía hard rock, bastante lejos del estilo musical de Suicidal Tendencies y Metallica. Además, prefirieron prevenirse de malos acontecimientos... muchos nos acordamos de Tesla en el Monsters of Rock 1991 (entre Legión y Metallica) o de Gun (entre Pantera y Megadeth), que ya tuvieron lo suyo por culpa de unos cuantos gilipollas que no respetan a nadie.

THE CULT

El set que realizaron fue corto, pero suficiente como para dejar claro la calidad de la banda. De lo mejor del concierto fue la puesta en escena, con un Billy Duffy que demostró su técnica de guitarra y su carácter sobrio y concentrado sin desfasarse lo más mínimo. Por su parte, Ian Astbury era todo lo contrario; se movía por el escenario de un lado a otro haciendo virguerías con el micro, que no se lo cargó de un porrazo contra el suelo de milagro. Cachondeo cuando Ashbury le dedicó una canción al cabrón que le lanzó un bocadillo (la historia se repite), achacándole que ya hay suficiente miseria en el mundo como para ir tirando comida por ahí (un discurso muy apropiado para la ocasión). La escenografía era sencilla, mostrando en el fondo del escenario el logotipo del grupo. El repertorio fue completo, destacando temas como “Wild flower”, “Sells to the sanctuary” o “Earth mo-fo”. A mi parecer, lo único reprochable de la descarga de The Cult fue que no tocaran “Wild hearted son”, pero eso ya son opiniones de cada uno.

SUICIDAL TENDENCIES

La gente aún no había comenzado a moverse, pero era de esperar que con el concierto de las huestes de Mike Muir el estadio empezara a ebullir y así fue. Y es inevitable, cuando escuchas la intro tras la cual sale el grupo y Mike pega el grito inicial de “You can’t bring me down” no tienes otro remedio que botar como un poseso o ignorar lo que sucede, lo cual no es recomendable. Suicidal son una banda totalmente extrema y me atrevo a decir que similares a Pantera en directo (ojo, no hablo de similitud de estilo, que es bien distinto!). Se les concedió un poco más de espacio que a The Cult ya que tenían su equipo preparado justo detrás. Curioso era ver como los amplificadores de Suicidal llevaban impresa la palabra “hate”. Demostraron ser un grupo bien conjuntado, aunque parezca a priori que Muir es el frontman y los demás no tienen protagonismo alguno. Para presentar los temas, Mike se ponía de cuclillas y susurraba como una niña pequeña asustada con sonrisa sarcástica y su forma de moverse por el escenario era un espectáculo único. El grupo arrasó al grito de “Suicidal!” y, a pesar de su condición de teloneros, triunfaron gracias al amplio repaso que realizaron de su último trabajo, “The art of rebellion”, y de temas antiguos como “Send me your money” (con unos coros algo pobres) o “Lovely”. ST dejaron claro que saben conjugar la caña más frenética con un cocktail de ritmos melódicos.

METALLICA

Antes de comenzar la actuación de Metallica, pude ver como entraban al “snakepit” las diferentes personas agraciadas por los concursos de turno o los “enchufados”, entre los que pude distinguir a Mike Tramp (líder de Freak of Nature y ex-White Lion), y todavía me pregunto que hacía ese tipo ahí viendo a Metallica, cuando en viejas declaraciones los había puesto a caldo. Dado que su banda estaba de gira por España en esas fechas, se pudo deber a ello.

...Suena la intro de todos sus conciertos, “The good, the bad & the ugly” y entran en escena los “cuatro jinetes” al son de “Creeping death”, que suena más estridente que nunca. No han cambiado mucho desde que iniciaran la gira allá por 1991: Hetfield sigue con la misma mala leche que le caracteriza; Ulrich lidera desde su batería móvil; Newsted, un poco raro con el pelo corto, con la misma vitalidad de siempre y luciendo una camiseta de Jimi Hendrix; y Hammet (con gorra de Motorhead), que a pesar de su sencillez se ha convertido en un fuera de serie y aporta el sonido de guitarra inconfundible de Metallica. Durante una buena parte del concierto estuvo lloviendo a cántaros pero aquello pareció estimular al grupo para tocar con más garra de la habitual. Pensaba que no podrían mejorar lo ofrecido en el show del Palau de unos meses atrás pero me equivoqué por completo. Metallica están en un estado de forma imparable.

Sonaron gran cantidad de temas: “Harvester of sorrow”, “Welcome home (Sanitarium)”, “Wherever I may roam”, “The unforgiven”, “Fade to black”, “For whom the bells toll”, “Seek & destroy”, “Whiplash”, “Master of puppets”, etc. Si no fuiste al concierto, quizá creas que el set list era idéntico al de la gira 91-92, pero nos sorprendieron con números como “The thing that should not be”, “Disposable heroes” (tal y como lees!), un medley de “Orion”, “To live is to die” y “Call of Ktulu”, donde fueron intercalando solos de Kirk y alguna que otra virguería de Jason.

Entre los cambios que noté en el set, el más importante es la importancia que ha adquirido Kirk en los directos de esta, la tercera parte de la gira del álbum “Metallica”. Mientras antes nos tenía acostumbrados a verlo en una actitud más tranquila y pasiva, ahora se recorre el escenario entero, anima a la gente y su calidad como guitarrista se pone de relieve. No exagero si digo que por lo menos en unas 5 o 6 canciones hacía algún solo espontáneo aparte del par que realiza casi de forma obligatoria en cada concierto.

La escenografía era alucinante: los dos esqueletos a cada lado del escenario, el pasillo en forma de U delante, la iluminación, las tres placas de aluminio, etc. Otro detalle fue las explosiones, que dieron un susto a más de uno, y es que eran auténticos petardazos lo que estallaba en temas como “Enter sandman” o el comienzo de “One”.

No destacaría canciones porque todas sonaron de maravilla pero “Master of puppets” y “Last caress” estuvieron sencillamente perfectas. Una novedad es que tocaron “Of wolf and man”, no incluida en las dos giras anteriores del álbum. Ambiente especial se vivió en “Nothing else matters”, que abrió los bises, y “Sad but true”, que sonó más lento de lo normal. Para el final, “Enter sandman” cerró la actuación y que, aún gustando y mucho, pienso que como tema de apertura queda mejor.

Al final, el típico cachondeo que se monta la banda y la despedida extendiendo una pancarta con el logo del grupo y demás.

Aunque pertenezcas al sector crítico de la banda por sus dos últimos vinilos, ante conciertos así no hay más remedio que quitarse el sombrero, te lo aseguro.

Texto original (Erukto’zine, 1993) y revisión: J. A. Puerta